El insólito motivo de la ausencia de cámaras de seguridad en Olivos con Alberto Fernández

Aunque suene increíble, el gobierno argentino no puede proporcionarle a la justicia las grabaciones de las cámaras de seguridad de la Quinta de Olivos durante la presidencia de Alberto Fernández. Resulta que el sistema que heredó la gestión de Javier Milei es absolutamente obsoleto y solo mantiene los registros claros de los últimos 45 días. Después de ese período, las grabaciones se borran de manera automática para dar lugar a las más recientes.

Por lo tanto, de haber existido un ilícito hace tres meses, el sistema de vigilancia de, nada más y nada menos, que la quinta presidencial, no podría colaborar con la investigación. Aunque pueden llegar a conseguirse, como máximo, registros de hasta 90 días, estos ya no cuentan con la calidad necesaria que tendrían los registrados durante el breve período de un mes y medio mencionado. Lo sucedido antes de ese plazo ya ha desaparecido por completo.

Es inevitable preguntarse si detrás de todo esto hay negligencia, irresponsabilidad o, directamente, intencionalidad total y manifiesta.

Es sabido que una imagen, en materia de escándalos políticos, vale más que mil palabras (y mil registros con letras y nombres). Mientras pasan los días, las situaciones polémicas que habrían tenido lugar durante la gestión de Alberto Fernández se multiplican. Ahora todo parece indicar que el expresidente contrató a una azafata que conoció en un vuelo privado, en un cargo vinculado al área del protocolo. La joven, muy atractiva, vale destacar, tiene ingresos registrados a la Casa Rosada, donde supuestamente trabajaba, pero también a la quinta de Olivos.

Al no tener disponibles los registros de cámaras de seguridad, solo tenemos su nombre en las listas de ingreso y sus fotos para imaginarnos las intenciones del expresidente para con la “profesional”.

Este lunes, el vocero presidencial Manuel Adorni, confirmó ante la prensa que el fiscal Ramiro González pidió al gobierno toda la información pertinente a los movimientos que tuvieron lugar en Olivos entre diciembre de 2019 y el mismo mes de 2023. Es decir, durante la presidencia de Alberto Fernández.

Aunque el gobierno colaborará con la investigación, entregando todos los recaudos que estén a su alcance, la sociedad argentina se verá privada de las imágenes, que, como es sabido, tienen otro peso específico a la hora de despertar la indignación de la opinión pública.

Si bien, lo que más llamó la atención de los medios en las últimas semanas fueron los escándalos amorosos, que incluyeron a mujeres coqueteando con el expresidente sentadas en el sillón presidencial, la causa judicial que ha seguido su curso es la de violencia de género, impulsada por la exmujer de Fernández, Fabiola Yáñez. Cabe recordar también que este tema vio la luz en el marco de otra investigación que de a poco va desapareciendo de los medios: el caso de corrupción en la contratación de seguros mediante el banco estatal Nación.

Fuente: PanamPost