Ecuador castigó a Noboa y no podrá instalar bases militares de EE.UU.

AMÉRICA LATINAAGENCIA INTERNACIONAL DE NOTICIASAGENCIA INTERNACIONAL DE NOTICIAS
TKHXDIAETZHXZHMXHCWMRFW3SE

El rechazo a la consulta popular y las propuestas impulsadas por el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, quedó completamente consolidado este lunes, confirmando su primer fracaso electoral. Con el total de los votos escrutados, las cuatro preguntas planteadas por el Ejecutivo fueron derrotadas de forma contundente: la posibilidad de instalar bases militares extranjeras recibió un 60,6 por ciento de rechazo y la de convocar a una Asamblea Constituyente para reformar la Constitución, otro 61,7 por ciento. Aunque Noboa aceptó la derrota y aseguró que su compromiso con el país “se fortalece”, para el correísmo el resultado confirma que el mandatario ya perdió el respaldo que exhibieron los comicios de abril.

La derrota en el referéndum sorprendió al oficialismo, que esperaba una validación de sus planes de seguridad y de su propuesta para reescribir la Carta Magna. Hasta el cierre de la campaña, todas las encuestas daban como ganador cómodo al “Sí”. Pero la votación del domingo terminó revelando un descontento acumulado hacia el rumbo del gobierno y una respuesta social que atravesó a múltiples sectores: organizaciones ambientalistas e indígenas, movimientos sociales y sectores urbanos agotados por las medidas de excepción que se han vuelto una constante del mandato de Noboa en su “lucha contra el narcotráfico”.

Noboa, que en otras ocasiones había salido al patio de su casa en Olón para hablar tras los comicios, no se presentó esta vez. En su lugar, dirigentes del oficialismo ocuparon las sillas preparadas para el mandatario en un hotel de Montañita y aseguraron que “no hay un revés” porque el gobierno “cumplió con su promesa de campaña”. Tras cancelar su usual conferencia de prensa, Noboa publicó un escueto mensaje en la red X de cara a la tendencia irreversible del resultado: “Respetamos la voluntad del pueblo ecuatoriano. Nuestro compromiso no cambia; se fortalece”.

La derrota del “modelo Noboa”
La derrota no disuadió a los principales ministros del gabinete, que ratificaron su continuidad y respaldaron al presidente. El ministro de Defensa, Gian Carlo Loffredo, afirmó que “en nuestro ADN no está rendirnos”. El titular de Interior, John Reimberg, sostuvo que el compromiso del gobierno es “inquebrantable”, y la ministra de Gobierno, Zayda Rovira, prometió que seguirán trabajando “con la fuerza y la claridad” que los caracterizan.

La derrota es especialmente dura para Noboa porque se produce a meses de haber logrado —en una consulta previa— el aval para endurecer las penas a integrantes del crimen organizado y permitir la extradición de ciudadanos ecuatorianos. Aquel referéndum había sido presentado como la primera gran victoria del “modelo Noboa”, que buscaba combinar su política de mano dura con imágenes que buscaban emular el estilo de Bukele en El Salvador: presos rapados, esposados, trasladados en fila en nuevas mega cárceles, tanquetas desplegadas en las calles y operativos filmados como mensajes de campaña.

Esta vez los votantes enviaron una señal opuesta. La campaña oficialista no solo no convenció: según denuncias recogidas por la oposición, se caracterizó por el uso intensivo de recursos públicos y por una estrategia de comunicación centrada en el miedo y en la criminalización de sus adversarios. “Fue una campaña nefasta, basada en mentiras”, señaló un ingeniero quiteño entrevistado por la agencia AFP.

Noboa mantiene desde hace meses un enfrentamiento abierto con la Corte Constitucional, que frenó varias de sus iniciativas por considerar que vulneraban derechos fundamentales. El Ejecutivo había promovido incluso protestas contra magistrados del alto tribunal, una situación que alimentó la percepción de un intento de concentración de poder. En ese marco, el intento de reemplazar la Constitución de 2008, sancionada bajo el gobierno de Rafael Correa, fue leído por buena parte del electorado como un avance desmedido del Ejecutivo sobre la institucionalidad.

El impacto regional no es menor: Ecuador había sido señalado por la administración Trump como uno de sus principales aliados en Sudamérica. El referéndum dejó ahora un interrogante abierto sobre el futuro de esa alianza y sobre los compromisos asumidos en materia de cooperación y seguridad en la región.

Un mensaje contra la injerencia
La consulta fue convocada en un contexto de crisis de seguridad sin precedentes, Ecuador es hoy el país con la mayor tasa de homicidios de América latina, y en medio de tensiones internacionales luego de los bombardeos estadounidenses a embarcaciones sospechadas de traficar cocaína en aguas del Caribe y el Pacífico. La presencia estadounidense fue uno de los ejes más controvertidos de la campaña, especialmente después de la visita de la secretaria de Seguridad Nacional de Donald Trump, Kristi Noem, quien recorrió las bases de Manta y Salinas, justamente los puntos en los que Washington esperaba reinstalar operaciones de darse positiva la consulta popular.

Ese clima terminó permeando la votación. Los electores no solo rechazaron el retorno de tropas extranjeras. También se pronunciaron contra la eliminación del financiamiento estatal a los partidos políticos (58 por ciento de rechazo) y contra la reducción del número de asambleístas (53 por ciento de votos por el “No”). En la provincia de Pichincha, sede del Ejecutivo, el rechazo fue incluso más marcado, con diferencias de entre 15 y 19 puntos en las preguntas más sensibles.

A las celebraciones en Quito, donde centenares de personas festejaron al ritmo de “Fuera Noboa, fuera”, se sumó la rápida reacción de los principales actores políticos del país y de la región. Luisa González, la excandidata presidencial de Revolución Ciudadana, afirmó en una entrevista con Telesur que la victoria del “No” expresó un rechazo a un gobierno “prepotente, autoritario y entreguista”.

“El Ejecutivo gastó más de siete millones de dólares en publicidad para gobernar desde las redes, desde la pauta, desde la campaña sucia, desde la mentira”, sostuvo González, para quien la votación envió “un mensaje contra la corrupción y el reparto de contratos públicos entre amigos y familiares”.

Desde la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), la organización indígena más grande e influyente, se calificó el resultado como “un mensaje pacífico pero contundente contra el FMI y las políticas neoliberales” del gobierno de Noboa.

El presidente de la Conaie, Marlon Vargas, celebró la consulta en una rueda de prensa desde la sede de la confederación en Quito, en la que pidió al Ejecutivo escuchar las necesidades del “valiente pueblo ecuatoriano”. También llamó a construir “una democracia participativa capaz de responder a la crisis social, económica y política” y advirtió que las comunidades seguirán movilizadas frente a cualquier intento de avanzar contra derechos territoriales y colectivos, en un contexto marcado por un paro nacional que se sostiene desde octubre.

La votación también generó repercusiones internacionales. El presidente colombiano, Gustavo Petro, señaló que el rechazo a las bases militares extranjeras reafirma que Ecuador “quiere mantener su constitución progresista” y llamó nuevamente al diálogo nacional como vía para enfrentar al crimen organizado. Por su parte la mandataria mexicana, Claudia Sheinbaum, destacó que el resultado demuestra un “sentir latinoamericano” histórico frente a la presencia militar de Estados Unidos en la región. Desde Venezuela, el canciller Yván Gil calificó el resultado como una “victoria de la dignidad ecuatoriana”.

Fuente: Página12

Últimas noticias
Te puede interesar
Lo más visto