


Javier Milei o Cristina Kirchner: ¿Quién trabaja para los poderosos?
AMÉRICA LATINA



Anoche, el presidente argentino Javier Milei brindó una transmisión junto a Alejandro Fantino, donde se dedicaron a hablar de economía. Incluso, en un segmento, participaron el ministro de Economía, Luis Caputo, y el titular del Banco Central, Santiago Bausili. Como era de esperar, el stream y sus repeticiones en las redes coparon el debate público. Entre las declaraciones relevantes, el mandatario aseguró que en 2027 comenzará su segundo mandato, producto de una reelección. Una proyección algo compatible con las preferencias que vienen relevando las encuestas de opinión pública.


Como suele hacer cada vez que pierde centralidad, Cristina Fernández de Kirchner salió a marcar la cancha con sus posteos del encabezado “Che, Milei…” donde brinda su opinión de coyuntura ante lo que sucede con la política y la economía del país.
Desde su prisión domiciliaria, con inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos, Cristina Fernández chicaneó al mandatario por su quiebre con la vicepresidente, Victoria Villarruel, a la que denominó como “amiga de Videla”. Pero, en lo conceptual, lo relevante (pero ya muy trillado), pasa por la tesis de los supuestos poderes verdaderos que se imponen a la política.
Con este relato, el kirchnerismo gobernó todos sus mandatos. Los “intereses” de Estados Unidos (país donde no podrá volver a entrar), los “medios hegemónicos” y los “poderes concentrados”. Las entelequias a las que apela el populismo para la victimización y la verdadera concentración de poder, que es a lo que en verdad apuntan. En su mensaje, CFK denuncia la conspiración que supuestamente la proscribió y busca quedarse con “los recursos naturales”. Un poder que estaría por encima del gobierno y utilizando a Milei como una marioneta. “Cuando no les sirvas más te van a tirar al basurero de la historia”, señala en un segmento.
Hacia el final de su mensaje, solamente celebrado por un núcleo duro cada vez más pequeño, Cristina relativiza las posibilidades de la reelección y le deja una advertencia a Milei: “Te quiero comentar que determinados adminículos se usan y sola vez y luego se tiran”. La burda analogía de la que una vez dijo ser la reencarnación de una “gran arquitecta egipcia” mostró el nivel de sus dotes literarios, para hacer una analogía con un preservativo, elemento por excelencia para asociar al uso necesariamente descartable.
Justamente, en la transmisión a la que Kirchner hizo mención, se evidenciaron ciertas cuestiones que contradicen su retórica setentista adolescente. En un segmento, Fantino le preguntó a Milei los motivos por el cual no se podía contar con la ayuda y colaboración de las entidades bancarias, en este complicado momento de transición y saneamiento macroeconómico. En este sentido, el presidente le respondió muy claramente que hay poca predisposición por una simple razón: en medio del desastre económico kirchnerista, los bancos podían limitarse a prestarle la plata al Estado. Esto, en el marco de la destrucción del signo monetario, también confabulaba contra las posibilidades que tenían los individuos para adquirir un préstamo o un crédito, ya que estaba todo volcado al sector público.
“Se les acaba de quitar el privilegio de ser socios del señoreaje. En la Argentina prebendaria, los bancos eran socios del señoreaje también. En 2023 fue el año que mayor retorno tuvieron los bancos. ¿Qué te crees, que están contentos ahora que tienen que trabajar de bancos? Era más fácil hacerlo de empresarios prebendarios”, advirtió Milei.
Ante estas cuestiones, la ciudadanía puede ver que es lo que está pasando con el crédito, cuál es su destino y chequear por sus propios medios si a los “poderosos” de las finanzas les conviene, como dice Milei, tener que trabajar para ofrecer servicios al prójimo, o si les resultaba más cómodo el desastre kirchnerista que los enriquecía, mientras el sector público languidecía. No hay que hacer demasiado análisis para corroborar hasta que punto las afirmaciones y tesis de la expresidente tienen correlato con la realidad.
No solamente no lo tienen, sino que detrás de su modelo era donde se escondía la verdadera corporación especulativa y poderosa.
Fuente: PanamPost











