


Evo Morales llamó a votar nulo y tensó aún más el escenario electoral en Bolivia
AMÉRICA LATINA



El ex mandatario boliviano Evo Morales se unió este jueves al llamado a votar nulo en las elecciones generales que se celebrarán en Bolivia el 17 de agosto, según informó a través de la red social X. Morales, quien gobernó el país entre 2006 y 2019, aseguró que esta opción representa una alternativa “democrática y legítima” ante unas elecciones que, a su juicio, están diseñadas para favorecer a la derecha y al gobierno encabezado por Luis Arce.


“El voto nulo es una opción, democrática y legítima. Es la voz de un pueblo que rechaza una papeleta diseñada para favorecer a la derecha y al gobierno, con jueces y autoridades sometidas, que han traicionado la voluntad popular”, declaró Morales en un mensaje publicado en redes sociales.
Morales también señaló al Gobierno, al presidente del Senado, Andrónico Rodríguez —actual candidato presidencial por la alianza Alianza Popular— y al Tribunal Supremo Electoral (TSE) por dirigir ataques hacia quienes optan por la anulación del sufragio, en vez de respaldar lo que calificó como la “restauración neoliberal”.
El ex jefe de Estado reiteró sus críticas al Ejecutivo de Luis Arce, acusando a su administración de provocar el deterioro de la economía nacional, dividir y retener el control del partido oficialista Movimiento al Socialismo (MAS), y bloquear la participación de partidos que intentaron registrar su candidatura.
El respaldo al voto nulo surge en respuesta a la imposibilidad de Morales de postularse en las elecciones, tras quedar fuera del proceso de inscripción y por la vigencia de una disposición constitucional que limita la reelección continua a una sola vez. Morales ya gobernó en tres ocasiones y la normativa vigente impide un cuarto mandato.
Sus seguidores iniciaron el lunes una campaña organizada para promover el voto nulo, con la inauguración de una casa de campaña en la ciudad de Santa Cruz, el núcleo urbano más poblado de Bolivia, y otra el miércoles en El Alto. El movimiento anunció planes para instalar al menos 30 recintos en diversas zonas del país. El sector próximo a Morales tomó esta decisión por considerar que ninguna de las ocho candidaturas vigentes los representa y en rechazo a la exclusión del ex mandatario.
El oficialismo participará por primera vez en una elección dividida. El MAS apoya la postulación del ex ministro de Gobierno Eduardo del Castillo; Rodríguez buscará la presidencia con Alianza Popular; y Morales, desde fuera de la competencia, impulsa el voto nulo. La salida de la alcaldesa de El Alto, Eva Copa, y su partido Movimiento de Renovación Nacional (Morena) de la contienda electoral, sumó incertidumbre a la configuración de alianzas, ya que aún no se ha definido a qué candidatura brindarán apoyo.
Luis Arce, presidente en ejercicio, respondió que la campaña por el voto nulo “responde a una ambición personal y egocéntrica” de Morales, advirtiendo que favorece a la derecha y perjudica a los aspirantes del bloque popular. Rodríguez manifestó la semana pasada que “votar nulo o blanco es votar por la derecha” y expresó preocupación por los llamados a anular el sufragio desde sectores cercanos.
Las encuestas ubican como favoritos al empresario Samuel Doria Medina de la alianza Unidad, con alrededor del 20% de las preferencias, y al ex presidente Jorge ‘Tuto’ Quiroga por la alianza Libre, quien logra un porcentaje similar. Rodríguez registra próximo al 10% y Del Castillo se sitúa por debajo del 3%. Según los sondeos, los indecisos, el voto nulo y blanco representan aproximadamente un 30% del electorado.
El presidente Arce reiteró el domingo la necesidad de unidad de las fuerzas de izquierda y movimientos sociales de cara a los comicios. En una carta dirigida a diferentes sectores —incluidos sindicatos y partidos progresistas—, instó a conformar un bloque común para “cerrar el paso a la derecha”. El documento, difundido en X, sostiene que solo a través de la unión de todos los sectores laborales y progresistas se podría enfrentar a los “enemigos de clase”.
El contexto preelectoral de Bolivia está determinado por una crisis económica, escasez de divisas y combustible, y episodios de violencia política que han dejado varios muertos en las últimas semanas. Además, subsisten divisiones dentro del MAS y disputas judiciales contra Morales —quien, respaldado por sus seguidores, continúa en libertad pese a una acusación de trata de menores—. Las encuestas reflejan también la caída del MAS, ya que Del Castillo registra menos del 2% en intención de voto, lo que podría llevar al partido a perder su personalidad jurídica si no supera el umbral del 3%.
La convocatoria a la unidad de la izquierda formulada por Arce llevó al presidente del MAS, Grover García, a pedir una reunión el 24 de julio con los principales candidatos del sector progresista, incluyendo delegados de Morales. No obstante, Alianza Popular manifestó su disposición a dialogar, aunque rechazó renunciar a la candidatura de Rodríguez.
(Con información de EFE y EP)
Fuente: Infobae


