
Trump pondrá fin al negocio de Petro y Maduro con Monómeros este mes
AMÉRICA LATINA



Como parte de la política de mano dura del gobierno de Donald Trump contra el régimen de Nicolás Maduro, Estados Unidos no renovará la licencia de Monómeros –la empresa estatal petroquímica venezolana con sede en Barranquilla– que ha estado bajo el máximo grado de supervisión de la Superintendencia de Sociedades de Colombia, y es uno de los activos más valiosos de Venezuela en el extranjero. La información fue divulgada este miércoles por Bloomberg, citando fuentes familiarizadas con la decisión.


La planta de fertilizantes Monómeros Colombo Venezolanos estuvo sujeta a sanciones estadounidenses desde 2019, durante el primer gobierno de Trump, pero poco después el Departamento del Tesoro de EEUU emitió una licencia que permitía comercializar sus productos y realizar transacciones financieras a la compañía que quedó bajo la administración del extinto interinato de Juan Guaidó. Con la llegada de Gustavo Petro a la Presidencia de Colombia y la disolución del gobierno interino venezolano, el sucesor de Iván Duque devolvió el control de la empresa a Maduro, que ha intentado venderla para obtener recursos para financiar su dictadura previendo la cancelación de esta licencia con el regreso del republicano a la Casa Blanca, pero el mandatario colombiano lo había disuadido para evitar que quedara en manos privadas.
Ahora, la licencia de Monómeros expira a finales de este mes y tanto el régimen venezolano como el gobierno colombiano se verán seriamente afectados con su inminente cancelación. Y es que por un lado, la administración Trump busca asfixiar financieramente a Maduro con esta medida, que se suma a la cancelación de la licencia de Chevron para operar en Venezuela desde el 27 de mayo y la imposición de un arancel secundario de 25 % a los países que compren petróleo y / o gas venezolano; y por el otro, el mercado colombiano perdería el proveedor de 28 % de los fertilizantes en el país. Con su paralización se verían perjudicados los pequeños agricultores colombianos que se han beneficiado del suministro de materias primas subsidiadas por el Estado venezolano y también se reduciría la oferta de alimentos para animales y productos industriales como amoniaco y ácido fosfórico, que también produce esta planta.
Una venta suspendida
En enero trascendió la información de que ya habría un posible comprador de Monómeros en Colombia, que tenía la “intención de cerrar el negocio muchísimo antes” de junio, cuando vence la licencia de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés). “Nosotros hemos expresado claramente con nuestros abogados que están en permanentes comunicaciones, tanto en Estados Unidos con la OFAC, y con las diferentes superintendencias en Colombia, cuál es la tramitología y los requisitos fundamentales para poder analizar el perfeccionamiento del negocio y presentar las respectivas solicitudes de aprobación. En esa fase estamos en este momento, y en el momento oportuno presentaremos ante la SIC y ante la SuperSociedades toda la documentación correspondiente y los planes que tenemos”, dijo en ese momento Jorge Pacheco, CEO de la empresa colombiana Nitrofert –el mayor rival de Monómeros en el mercado– que manifestó en una entrevista con La República su intención de comprar la compañía.
El encargado de los enlaces para esta posible negociación por el lado venezolano era nada menos que el empresario colombiano que estuvo preso en Estados Unidos por el delito de lavado de activos, Álex Saab, a quien Maduro designó como ministro de Industrias y Producción Nacional. El candidato a quedarse con la compañía, Jorge Pacheco, había precisado que la cifra de la operación para la compra de Monómeros era de 350 millones de dólares, de acuerdo con “la aspiración de los vendedores”. Un monto que casualmente es el mismo por el cual Saab estaba a la espera de juicio en EEUU por una trama de corrupción con el régimen de Nicolás Maduro con el programa gubernamental de distribución de alimentos básicos denominado Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), pero finalmente fue intercambiado durante la Administración del demócrata Joe Biden por ciudadanos estadounidenses que tenía tras las rejas la dictadura venezolana.
Aunque Maduro estaba dispuesto a vender Monómeros, habría sido Petro quien lo convenció en una carta de reconsiderar la decisión por el hecho de que la privatización de la compañía elevaría el costo de los productos agrícolas en ambos países, según el argumento del mandatario colombiano. Con la cancelación de la licencia, Trump golpeará no solo a la dictadura venezolana sino también al gobierno colombiano y los pequeños agricultores de este país.
Fuente: PanamPost






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