
Bolivia: Cinco muertos por choques entre policías y seguidores de Evo Morales
AMÉRICA LATINA



El gobierno de Bolivia confirmó la muerte de un civil este jueves que se suma a los cuatro policías fallecidos durante los enfrentamientos con los seguidores del expresidente Evo Morales que bloquean rutas desde hace 11 días para forzar su candidatura en las elecciones de agosto. Los manifestantes exigen además la renuncia del presidente Luis Arce, a quien culpan de la crisis económica y de manipular las instituciones para excluir al líder cocalero de los próximos comicios.


"Una estrategia violenta"
"Son cuatro muertes confirmadas de miembros de la policía boliviana y un civil", quien de acuerdo al ministro de Gobierno, Roberto Ríos, perdió la vida por "manipulación de un artefacto explosivo", aunque no informó dónde ocurrió la muerte. El viceministro de Régimen Interior y Policía, Jhonny Aguilera, había confirmado horas antes la muerte del cuarto agente, el subteniente Christian Calle, quien fue "emboscado" con un explosivo en la región central de Cochabamba.
"Se están utilizando armas de fuego y están utilizando francotiradores inclusive", afirmó por su parte el ministro de Justicia, César Siles, quien agregó que se pidió que las Fuerzas Armadas puedan intervenir entre la población de Llallagua, el punto más conflictivo ubicado en Potosí, porque están operando "grupos paramilitares" en los enfrentamientos.
En esa zona del sudeste boliviano, el miércoles fallecieron los primeros tres policías, los subtenientes Brayan Jorge Barrozo, Carlos Enrique Apata, y el sargento Alberto Mamani Morales, de la unidad de Bomberos Caracoles Potosí. Los cuatro uniformados que perdieron la vida forman parte de los operativos policiales que buscan despejar las rutas bloqueadas por personas afines a Morales.
El gobierno de Luis Arce denunció que los policías fueron emboscados en la ruta que conduce hacia Llallagua por algunos manifestantes, quienes estaban apostados en los cerros aledaños, desde donde lanzaron piedras, dinamita y, según las autoridades, también fueron atacados con armas de fuego. El ministro Ríos manifestó: "Lo que estamos viviendo no es una demanda social legítima, es una estrategia violenta para forzar una candidatura inconstitucional. Morales quiere imponer su candidatura e intereses personales, aún a costa de vidas humanas".
Arce aseguró que continuarán los operativos militares y policiales para retirar todos los puntos de bloqueo instalados por los grupos leales a Morales en la región central de Cochabamba, en Potosí y en el vecino departamento andino de Oruro. El mandatario señaló además que no renunciará y que ejercerá "todas las facultades que constitucionalmente" le otorgan las leyes para "dar tranquilidad al pueblo boliviano".
Bolivia "vive una criminalización de la protesta"
Por su parte, Evo Morales dijo que Bolivia "vive una criminalización de la protesta" y señaló que el desbloqueo generará una "mayor rebelión y mayor sublevación ante el gobierno". En su cuenta de la red social X, el exmandatario exigió "una investigación internacional sobre los hechos violentos en nuestro país" y agregó: "Ante la intransigencia del gobierno, exigimos que una instancia internacional sirva de mediadora o facilitadora de un diálogo que permita resolver las causas de la movilización pacífica del movimiento popular boliviano".
El presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Óscar Hassenteufel, denunció este jueves que "hay fuerzas oscuras" que quieren evitar que se realicen los comicios generales. El IV Encuentro Multipartidario e Interinstitucional por la Democracia, que se lleva a cabo en la región oriental de Santa Cruz, fue convocado de emergencia por el TSE para garantizar el desarrollo del calendario electoral hasta la realización de las elecciones el 17 de agosto.
Los grupos leales a Morales bloquean rutas desde el 2 de junio para exigir que el político pueda participar en los próximos comicios, con un partido que no tiene personería jurídica vigente. El expresidente, que está distanciado del gobierno, insiste en ser candidato pese a no tener partido y a que el Tribunal Constitucional Plurinacional ratificó recientemente que la reelección en el país está permitida "por una única vez de forma continua", sin posibilidad de un tercer mandato, y él ya gobernó el país en tres periodos.
Un gobierno en crisis
El líder cocalero de 65 años se encuentra desde octubre de 2024 en el Chapare, su bastión político. Allí es protegido por decenas de campesinos de una orden de detención por un caso de trata de una menor, acusación que él niega. Bolivia está sumida en una profunda crisis económica que se manifiesta en una escasez de combustibles y dólares y una escalada inflacionaria que en mayo se situó en un 18,46 por ciento interanual.
En los últimos años, la caída en las exportaciones de gas han generado un menor ingreso de dólares a Bolivia. El gobierno los necesita para importar combustibles a precio internacional y venderlos subsidiados en el mercado interno. Ya casi agotó sus reservas internacionales líquidas. Una encuesta nacional de marzo de la consultora Panterra indicó que el 89 por ciento de los bolivianos deseaba una "dirección muy distinta" a la llevada por el gobierno de Arce.
Fuente: Página12
