¿Cómo se descubrió la identidad de quienes incurrieron en el fraude con las licencias médicas que hubo en Chile? Con tecnología. La Contraloría utilizó el informe Consolidado de Información Circularizada (CIC) para cruzar masivamente datos de la Policía de Investigaciones (PDI) y a Superintendencia de Seguridad Social (SUSESO).
Es la auditoría hecha a mayor escala en el país, pese a la existencia de un convenio entre las instituciones para perseguir este tipo de irregularidades desde hace una década. Su implementación ahora permitió al ente fiscalizador analizar cinco millones de licencias médicas y 1,2 millones de salidas internacionales. Así se descubrió el fraude que supera los 300 millones de dólares e involucra a 777 entidades estatales.
Detrás de la investigación que ya contabiliza la renuncia de 1100 “servidores” a sus cargos está la contralora Dorothy Pérez, quien tras recalcar la metodología utilizada solicita al Senado facultades ampliadas, para profundizar las pesquisas. Con la petición evitar llegar “cuando los dineros desaparecieron”. Insiste en que la institución necesita más atribuciones para reunir bases de datos y solicitar cartolas de bancos de servicios públicos.
Mientras las respuesta del Senado se concreta, anunció que la revisión de las licencias médicas está lejos de terminar tras señalar que ahora enfocará las lupas hacia los permisos de los funcionarios inscritos en la Caja de Previsión de la Defensa Nacional (Capredena) y la Dirección de Previsión de Carabineros de Chile (Dipreca). De esta manera, intenta rescatar algo de probidad.
Hallazgos indignantes
Los hallazgos hasta ahora de la Contraloría indican que la rectitud entre los funcionarios públicos en Chile escasea. Los casos de quienes completaron sus estudios en el extranjero usando licencias médicas son sólo una muestra al detectarse, por ejemplo, a una empleada de la Dirección de Presupuesto que sumó 332 días reposo, en los cuales ejercía otras labores como psicóloga. Información del Servicio de Impuestos Internos, comprobó que emitió boletas de honorarios en ese periodo. Como ella, otros 250 médicos de hospitales públicos fueron sorprendidos asistiendo partos en clínicas privadas durante sus licencias.
La lista de irregularidades cometidas es larga e indignante. Además de los 25 mil funcionarios públicos que gestionaron permisos de salud falsos, hay dependientes de 11 empresas estatales que repitieron la práctica.
Un reporte de El Mercurio precisa que existen 933 casos de licencias médicas cuestionadas por haberse utilizado durante viajes al extranjero, de las cuales 317 corresponden a trabajadores del BancoEstado, 204 a la Corporación del Cobre (Codelco), 188 al Metro de Santiago y 106 a Correos de Chile. Los demás corresponden a la Casa de Moneda, la Televisión Nacional y la Empresa Nacional del Petróleo (Enapi).
Uno de los caídos en el gerente corporativo del Metro de Santiago, Patricio Baronti, quien presentó su renuncia tras admitir que había viajado fuera del país durante una licencia médica. En una carta pública sostuvo que su salida fue voluntaria para facilitar las investigaciones. Alegó que viajó “como parte de un tratamiento.
Hasta amigos de Boric
Uno de los nombres que resaltan entre los infractores es el de Maurio Tapia, dirigente del Frente Amplio, coalición del presidente Gabriel Boric, quien durante su rol como jefe de gabinete de la superintendencia de Desarrollo Social en Magallanes, presentó tres licencias médicas, una de ellas para trasladarse a Argentina.
Tapia renunció con el escándalo del fraude de licencias médicas encima. Sin embargo, el sumario administrativo en su contra, podría implicar las sanciones penales después del Ejecutivo promulgar la ley 21.746, que modifica el marco regulatorio de los permisos médicos. La norma eleva las exigencias, endurece las fiscalizaciones y establece sanciones que van desde multas hasta penas de presidio.
Médicos cirujanos, matronas y dentistas ahora deberán estar registrados en el sistema nacional de prestadores de salud. En el caso de los médicos nacionales o extranjeros titulados desde abril de 2019, se exigirá el Examen Único Nacional de Conocimientos de Medicina (EUNACOM). Además, el proceso pasará a ser electrónico y centralizado, bajo la supervisión SUSESO.
Fuente: PanamPost
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