España recibe en 2025 el mayor cargamento de petróleo venezolano de los últimos seis años

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El incremento en compras de petróleo, que pasaron de 283.000 toneladas en el primer trimestre 2024 a 745.000 toneladas en el mismo período de 2025, evidencia cómo España sigue siendo uno de los países que oxigenan al régimen de Nicolás Maduro. Si este patrón continúa, el país podría enfrentar serias sanciones por parte de la Administración de Donald Trump, que el 2 de abril impuso aranceles adicionales de 25 % —sobre el 10 % ya establecido— a los que negocien con el chavismo.

El establecimiento de tarifas extra también se suma a la posible revocación de permisos a las empresas europeas, entre ellas Repsol, por exportar crudo del país suramericano. Las posibilidades de que La Moncloa sea una de las primeras en figurar en la lista de Washington crecen, considerando que la compra efectuada por España en este trimestre de 2025 fue la mayor en este mismo rango de tiempo en los últimos seis años, así lo confirman los datos de la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos de Madrid.

Según las estadísticas publicadas por este organismo, las importaciones desde Venezuela se distribuyeron de la siguiente manera: 299.000 toneladas arribaron a España en enero, 150.000 en febrero, y 296.000 en marzo. Las cifras superan cualquier registro anterior desde 2019. De hecho, las importaciones de petróleo venezolano cerraron en 283.000 toneladas durante el primer trimestre del año pasado, mientras que el 2023 no superaron las 101.000 toneladas. Por su parte, en 2022 y 2021 no se registraron compras en este mismo rango de tiempo.

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Este cambio en la balanza comercial comenzó tras el levantamiento del veto a la compra de crudo venezolano por parte de la administración del expresidente demócrata Joe Biden a mediados de 2022, cuando cuando iniciaron tímidas compras a partir de julio, las cuales empiezan a crecer exponencialmente, cerrando ese año con 727.000 toneladas vendidas. Desde entonces, Sánchez profundiza sus relaciones con Miraflores.

Chavismo con preferencia
Los negocios petroleros de España con el chavismo reflejan la preferencia por el régimen de Maduro. Los números hablan solos. En este momento, la importación de petróleo estadounidense se recortó de forma considerable. Las compras pasaron de 2,7 millones de toneladas en el primer trimestre de 2024 a 1,9 millones de toneladas en el mismo periodo de 2025. Además, el primer proveedor de petróleo de España es Brasil, al contabilizar 2,6 millones de toneladas vendidas a la nación que gobierna Sánchez.

El escenario tiene una realidad implícita: aunque el crudo venezolano es un suministro secundario, Sánchez cuadruplicó estas exportaciones a España, respecto al año 2022 cuando tuvo lugar el levantamiento de sanciones, con un valor de compras estimado de 2.000 millones de euros en 2024.

Maduro factura. Esos negocios implicaron que el petróleo venezolano representara el 4,6 % de todo el crudo importado por España en 2024. De acuerdo con Business Insider, ello significó el equivalente a unos 60.000 barriles diarios y casi el 7 % de la producción total de Venezuela en ese año.

Si bien esta cantidad resulta marginal frente a Arabia Saudita, Nigeria y Libia, que en conjunto representaron aproximadamente el 20% del suministro en 2024, el chavismo cuida a su cliente y viceversa. Es de beneficio mutuo, si se tiene en cuenta la sospecha de una presunta recepción de 250 millones de dólares por parte de Sánchez del régimen de Maduro para financiar su ascenso como presidente en la Internacional Socialista.

Tregua sin impunidad
De ahí derivaría que la revocación de la licencia a la española Repsol por exportar crudo extraído en Venezuela tampoco inmutara a Sánchez. El mandatario tiene claro que la actividad principal de la empresa es la extracción de gas natural.

Ya China y EE.UU. pactaron una tregua de 90 días en la guerra comercial que protagonizan desde febrero, que implicará una baja del 125 % al 10 % a los aranceles sobre productos estadounidenses impuestos por el gigante asiático mientras, la nación norteamericana reducirá los aplicados a los bienes chinos del 145 % al 30 %. Sin embargo, La Moncloa no puede asumir que sus negocios con Maduro pasarán por debajo de la mesa para Washington.

Fuente: PanamPost

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