



China denunció este miércoles que algunas de sus exportaciones a Estados Unidos ahora enfrentan un nuevo "arancel acumulativo de hasta 245 por ciento", una medida que tildaron de "irracional", aunque sostuvieron que están dispuestos a "continuar hasta el final". Esta respuesta llega tras el anuncio de la Casa Blanca del martes, que informó de nuevos gravámenes contra productos del gigante asiático, en el marco de la creciente guerra comercial impulsada por el presidente, Donald Trump.


Según comunicó el Ministerio de Comercio chino, la nueva carga tributaria afecta principalmente a minerales críticos y sus derivados, conforme a una sección de la Ley de Expansión Comercial estadounidense que data de 1962, productos clave cuyo suministro controla en gran parte la segunda mayor economía del mundo. "Esto expone descaradamente cómo Estados Unidos ha instrumentalizado los aranceles de forma totalmente irracional", afirmó un portavoz del ministerio.
Un relevo en las negociaciones
En este contexto, China designó a un nuevo enviado para las negociaciones comerciales con Washington este miércoles . Se trata del ex embajador chino ante la Organización Mundial del Comercio (OMC), Li Chenggang, quién reemplaza a Wang Shouwen, protagonista de los diálogos con Trump durante su primer mandato. Li, de 58 años, también actuará como viceministro de Comercio para el país.
A su vez, el portavoz del Ministerio de Exteriores de China, Lin Jian, advirtió que fue "Estados Unidos quien empezó con los aranceles y China se ha limitado a tomar represalias para defender sus derechos e intereses". Lin insistió en que la posición de China frente a los aranceles ha sido “clara e inequívoca desde el principio: No hay ganadores en una guerra comercial".
"China no desea luchar, pero tampoco le tiene miedo a la confrontación. Si Estados Unidos insiste en vulnerar nuestro intereses legítimos, tomaremos contramedidas y las mantendremos hasta el final", advirtió el vocero en una conferencia de prensa, antes de sentenciar que el gigante asiático "no desea esta guerra pero no tiene miedo de luchar".
El martes, la Casa Blanca había emitido una circular en la que advertía que China podría enfrentar aranceles de hasta el 245 por ciento, como resultado de una investigación ordenada por una orden ejecutiva de Trump, bajo la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial, centrada en los "riesgos para la seguridad nacional" que supone la dependencia exterior del país, particularmente en materia de suministro de minerales críticos y sus derivados.
La Casa Blanca apunta a que, tras la "corrección" de la política comercial del país, "más de 75 países se pusieron en contacto para negociar nuevos acuerdos comerciales", pero ese no fue el caso con China. "Como resultado, los aranceles individualizados más altos se encuentran en pausa, excepto con China, que tomó represalias", sentenció en el comunicado.
Según el documento, los aranceles se componen del 125 por ciento anunciado por Trump el pasado 9 de abril, 20 puntos porcentuales adicionales por la supuesta falta de colaboración china en "frenar el tráfico de fentanilo" hacia Estados Unidos, y "aranceles de la sección 301 sobre productos específicos, de entre el 7,5 y el 100 por ciento".
La portavoz presidencial Karoline Leavitt aseguró que le corresponde a China "dar el primer paso" para llegar a un acuerdo arancelario. “La pelota está en su tejado. Nosotros no tenemos que llegar a un acuerdo con ellos. No hay diferencia entre China y cualquier otro país, salvo que ellos son mucho más grandes”, señaló.
La guerra comercial desatada por Trump se intensificó el "día de la liberación", el pasado 2 de abril, con el anuncio de "aranceles recíprocos" para el resto del mundo, una medida que pausó una semana después ante las caídas de los mercados y el encarecimiento de la financiación de la deuda estadounidense. Por su parte, China instó a Washington a que cancele "por completo" todos los gravámenes que impuso, aseverando que "el proteccionismo no tiene salida".
Efecto Global
En medio de la escalada arancelaria, el presidente chino Xi Jinping reafirmó su compromiso con el comercio multilateral. Desde Kuala Lumpur, donde se encuentra en gira, publicó una columna en el medio The Star en la que pidió "mantener estables las cadenas de suministro y fortalecer la cooperación internacional".
Xi ya había expresado mensajes similares en sus visitas a Vietnam y Malasia, y concluirá su recorrido el viernes en Camboya. “Debemos defender el sistema internacional centrado en la ONU y promover una gobernanza global más justa y equitativa”, sostuvo.
En paralelo, la Organización Mundial del Comercio (OMC) proyectó este miércoles un crecimiento modesto del 1,6 por ciento para las importaciones y exportaciones asiáticas en 2025, a pesar de las tensiones arancelarias.
La directora general de la OMC, Ngozi Okonjo-Iweala, alertó sobre un desacoplamiento del comercio bilateral entre China y Estados Unidos, fenómeno que podría causar una caída del 81 por ciento en los intercambios, o hasta el 91 por ciento si Estados Unidos deja de excluir de los aranceles a productos como los teléfonos inteligentes.
Por su parte, la UNCTAD (Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo) advirtió que el crecimiento del PIB mundial podría caer hasta el 2,3 por ciento en 2025, frente a los 2,8 puntos de los últimos dos años, debido al “entorno de incertidumbre y políticas comerciales restrictivas”.
El informe señala que un crecimiento inferior al 2,5 % marcaría el ingreso formal en una fase recesiva global. “La aplicación de sucesivas rondas de medidas comerciales restrictivas y la confrontación geoeconómica amenazan con provocar graves interrupciones en las cadenas de producción”, alerta el reporte.
Fuente: Página12
