



No fue uno ni dos puntos de diferencia. Fueron más de 11 puntos de ventaja los que consiguió el presidente reelecto de Ecuador, Daniel Noboa, en la segunda vuelta de este domingo. Sin embargo, el correísmo, que fue derrotado por tercera vez consecutiva, no acepta los resultados oficiales divulgados en tiempo real por el Consejo Nacional Electoral y pretende agitar el país sin evidencias concretas sobre el supuestos “fraude” que denuncian tanto la candidata Luisa González como su mentor político desde el exterior, el expresidente prófugo Rafael Correa.


“Denuncio ante mi pueblo, los medios y el mundo, que Ecuador está viviendo una dictadura y estamos viviendo el fraude electoral más grotesco de la historia de la República del Ecuador”, dijo González en un acto posterior a la divulgación de los resultados oficiales que dan la victoria a Noboa con más de 55 % de los votos frente a poco más de 44 % de la abanderada correísta, tras haberse escrutado más de 93 % de las actas.
De esta manera, la candidata del correísmo se niega a reconocer los resultados y anuncia que pedirá un reconteo de los votos. Sin embargo, hasta el momento solo alega como supuesta evidencia de “fraude” los números de las encuestas que, según ella, ninguna daba la victoria a Noboa. Pero lo que argumenta González es falso. Los sondemos de opinión mostraban cifras cerradas dentro del margen de error con la posibilidad de inclinarse la balanza a favor de cualquiera de los dos aspirantes.
Evidencias ridículas vs. resultados “imposibles”
Además, no es la primera vez que las encuestas se equivocan o muestran un supuesto empate técnico que el día de la elección termina definiéndose con un resultado más holgado, tal como pasó en las pasadas elecciones presidenciales del 5 de noviembre en Estados Unidos, donde las encuestadoras mostraban una final de fotografía en los siete estados clave entre Donald Trump y Kamala Harris, y la historia fue otra, pues el líder republicano terminó imponiéndose por una diferencia abrumadora.
Desde el exilio, Rafael Correa promueve una vez más la desestabilización de Ecuador. En sus redes sociales habla de un “resultado imposible” por el simple hecho de que su candidata no sumó apoyos y sacó el mismo 44 % de la primera vuelta. Un argumento sin ninguna profundidad estadística. Pero vale recordar que, por otro lado, ha sido cómplice de la dictadura de Nicolás Maduro en Venezuela, que se robó descaradamente las elecciones presidenciales del pasado 28 de julio sin publicar hasta la fecha la totalización de los resultados y ni una sola acta, y que además suspendió sin motivo las auditorias. Dicho sea de paso, el CNE al servicio de Maduro difundió unos porcentajes que probabilísticamente sí son “imposibles”, dado que se trató de cifras construidas sin decimales, pero en este caso Correa fue cómplice de un verdadero fraude.
Fuente: PanamPost
