



El régimen cubano está en problemas legales con Italia. Al castrismo le esperan muchas preguntas por responder, luego de que la Policía Financiera de Turín junto a la Fiscalía de Piamonte descubriera un fraude fiscal de 1,5 millones de euros con la exportación de productos informáticos a la isla, lo cual permitió ocultar un beneficio de seis millones de euros para los implicados.


Siete empresas están vinculadas con la trama que facilitó, además, acumular capital en Panamá. Según la investigación ejecutada por la Unidad Operativa Metropolitana de la Fiscalía, dos empresarios turineses registraron dos compañías ficticias en Reino Unido, conocidas como “sociedades buzón” para emitir facturas de transacciones económicas inexistentes.
La dinámica del negocio se planificó de forma minuciosa, según publica La Stampa. Las pesquisas indican que desde una compañía italiana se emitían facturas de ventas ficticias por un precio inferior al real a las empresas inglesas, que, a su vez, emitían otras a la panameña. De acuerdo con las autoridades, esta última se encargó de facturar a los clientes cubanos el monto real de las mercancías que ingresaba, finalmente, a las cuentas de los socios italianos.
La ruta de los productos informáticos comercializados a Cuba con el fraude, los delató, por salir directamente de Italia a Cuba, sin pasar por Reino Unido ni Panamá. La modalidad permitía facturar los bienes por debajo del valor a las empresas extranjeras creadas por los italianos, que se ahorraban así 1,5 millones de euros en impuestos.
Bajo reserva
Hasta ahora, la identidad de los ochos implicados en el fraude fiscal que tiene a Cuba como epicentro está en reserva. Sin embargo, La Stampa divulga que todos están acusados de emisión y uso de facturas falsas, además de otros documentos por operaciones inexistentes. Aunque se contabilizan 1,7 millones de euros, por parte del grupo entre intereses y sanciones, el proceso penal sigue con el aporte de antecedentes y denuncias presentadas por otras tres personas y empresas afectadas con el fraude.
La indagatoria arroja que los empresarios italianos fueron extorsionados por una persona, que también ha sido imputada dentro de la causa aunque por un delito distinto. “Este individuo presionó a los dos principales sospechosos para que le devolvieran una suma de dinero que les había prestado, amenazándolos con revelar la trama corrupta”, indica el informe de la Guardia Di Finanza citado por el medio.
¿Dictadura al descubierto?
En La Habana hay presión por el caso del fraude fiscal que involucra a Cuba. El primer ministro de la dictadura cubana, Manuel Marrero, denunció ante el Consejo de Ministros “irregularidades en las operaciones de comercio exterior” que han supuesto un perjuicio económico al país. ¿Se refiere a este escándalo? El alto funcionario lo reduce a la “importación de bienes de primera necesidad”, pero reconoce que “no se están haciendo las cosas bien” y amenaza con penas de prisión a 13 funcionarios no especificados por “negligencias”.
Sus declaraciones levantan sospechas sobre la participación de miembros de la administración de Miguel Díaz-Canel en la trama del fraude italiano luego de admitir “incumplimientos” , “superficialidad en la selección de clientes y proveedores”, “deficiencias en las cláusulas de pago de los contratos” y en “el análisis previo de las posibles rutas de cobro”.
Marrero insiste la necesidad de imponer “medidas disciplinarias” a los jefes de las instituciones estatales que incurren en “la falta de rigor”, al momento de gestionar operaciones de comercio exterior. Sin embargo, sus palabras suenan a victimización, para esquivar el hallazgo de una trama que habría dejado comisiones en el camino a las partes involucradas. Se sabrá.
Fuente: PanamPost

