Trump tritura la agenda woke de Biden: acaba con el relato transgénero y de la cultura de la muerte
EE.UU Edgardo Pinell*Donald Trump, en su segundo mandato que recién inicia, no ha dudado en poner fin a los programas de diversidad y las políticas de identidad de género instaurados por la administración demócrata de Joe Biden y estos cambios prometen un profundo calado en el Gobierno Federal y en la sociedad estadounidense.
Para empezar, Trump ordenó el 25 de enero a las agencias federales de Estados Unidos despedir a los funcionarios que trabajan en puestos relacionados con programas de diversidad e inclusión racial, después de haberlos puesto en baja retribuida a principios de esa semana.
«Cada jefe de agencia, departamento o comisión tomará medidas para poner fin, en la medida máxima permitida por la ley, a todas las oficinas y puestos» encargados de promover la diversidad y la justicia ambiental «en un plazo de 60 días», decía un memorando de la Oficina de Gestión de Personal de Estados Unidos, en referencia a los puestos de trabajo destinados a impulsar la «diversidad, equidad, inclusión y accesibilidad» creados por la anterior administración.
Ese mismo día, Estados Unidos suspendió la emisión de pasaportes con el género «X» para las personas que se identifican como no binarias, tras la orden ejecutiva que ya había firmado el presidente Trump durante su primer día de mandato.
«El departamento de Estado no entrega más pasaportes estadounidenses con la mención X», dijo a la AFP un portavoz del Departamento de Estado. En consecuencia se suspendió el procesamiento de solicitudes de pasaportes con esa mención.
«Las directrices relativas a los pasaportes con la mención de sexo X emitidos previamente se anunciarán» y se publicarán en la página web del Departamento de Estado, agregó.
Luego, el 28 de enero, el presidente Trump firmó un decreto para prohibir en el ejército estadounidense la «ideología transgénero» instaurada y promovida por la agenda woke de los demócratas.
«Para garantizar que tengamos la fuerza de combate más letal del mundo, eliminaremos la ideología transgénero de nuestras fuerzas armadas», había dicho poco antes Trump ante congresistas republicanos en Miami.
En su orden ejecutiva, Trump aseguró que las fuerzas armadas «han estado aquejadas con una ideología de género radical para apaciguar a los activistas», y que «muchas condiciones mentales y físicas son incompatibles con el servicio activo».
El mandatario agregó en el texto que «la adopción de una identidad de género inconsistente con el sexo del individuo choca con el compromiso del soldado con un estilo de vida honorable, veraz y disciplinado, incluso en su vida personal».
Las fuerzas armadas estadounidense levantaron la prohibición para la incorporación de personas transgénero en 2016, bajo el gobierno del demócrata Barack Obama.
Se considera que el número de transgénero en el servicio militar estadounidense es relativamente bajo, con unas 15.000 personas entre los dos millones de integrantes de las fuerzas armadas.
Es mismo día, Trump firmó otro decreto que puso fin a la financiación gubernamental para cirugías de transición de género a menores de 19 años en el país, en su más reciente decisión que concierne a personas transgénero.
«En todo el país, los profesionales médicos mutilan y esterilizan a un número cada vez mayor de niños influenciables», afirma la orden ejecutiva. «Esta peligrosa tendencia será una mancha en la historia de nuestra nación y debe terminar», añadió el texto firmado por el mandatario republicano.
La orden ejecutiva, de obligatorio cumplimiento en los ministerios y agencias federales, establece que Estados Unidos «no financiará, apoyará, alentará ni ayudará a la supuesta 'transición' de un niño de un sexo al otro», y que «aplicarán firmemente todas las leyes que prohíban o restrinjan esos procedimientos destructivos».
En detalle, Trump prohibió al gobierno federal financiar establecimientos de salud que realicen estos procedimientos, ya sean cirugías o tratamientos químicos como la administración de bloqueadores de la pubertad.
«Nuestra nación ya no financiará (...) la llamada 'atención médica afirmando el género', que ya ha arruinado demasiadas vidas preciosas», publicó poco después el mandatario en su plataforma Truth Social.
Los programas de seguro de salud Medicaid (para las personas de bajos ingresos) y Medicare (para las personas mayores), así como el sistema de seguro de salud militar, ya no podrán cubrir estos procedimientos.
La orden ejecutiva también establece, entre otras cosas, que el Departamento de Justicia trabaje con el Congreso para desarrollar un proyecto de ley que permita a los padres y niños afectados demandar a los profesionales de la salud que hayan realizado operaciones o prescrito tratamientos químicos.
La causa provida
Por otro lado, Trump arremetió contra el acceso al aborto dentro y fuera de Estados Unidos, tras prometer a decenas de miles de activistas reunidos en Washington que protegerá los «logros históricos» del movimiento «provida».
El republicano revocó dos órdenes ejecutivas firmadas por Biden, que protegían el acceso a la interrupción del embarazo y que el expresidente puso en marcha tras la decisión de la Corte Suprema de anular en 2022 el supuesto blindaje constitucional del aborto.
Con el mismo decreto, Trump también cortó la financiación a grupos extranjeros de la sociedad civil que practican el aborto, y volvió a incluir a Estados Unidos en una declaración internacional que se opone a este procedimientos que pone fin a la vida de la persona no nacida.
Por separado, la administración Trump anunció que también volvería a unirse a la «Declaración del Consenso de Ginebra» de 2020, en la que varios países se comprometen «proteger la vida en todas las etapas».
«Protegeremos los avances históricos que hemos alcanzado y detendremos el impulso demócrata radical por un derecho federal al aborto ilimitado a pedido, hasta el momento del nacimiento e incluso después», dijo el mandatario en un mensaje de vídeo grabado a los asistentes de la 52ª edición de la Marcha por la Vida.
El movimiento provida obtuvo una victoria histórica en junio de 2022, cuando la Corte Suprema, en su mayoría conservadora por los nombramientos de Trump en su primer mandato, revocó el fallo Roe vs. Wade, que daba pie al acceso al aborto a nivel federal.
*Para El Debate