Trump derrumba las esperanzas de los nicaragüenses exiliados adscritos al programa de reasentamiento en Estados Unidos
ACTUALIDADAgencia 24 NoticiasLa esperanza de Gustavo y Marisol de reasentarse en Estados Unidos amaneció derrumbada la mañana de este 21 de enero, horas después que Donald Trump rubricó –tras su regreso a la Casa Blanca este lunes 20 de enero– una orden ejecutiva que suspende por 90 días la admisión de refugiados bajo distintos programas migratorios, entre ellos el de “Movilidad Segura”, al que había aplicado este matrimonio nicaragüense, que es perseguido por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
En el mismo tono antiinmigrante que permitió en buena medida una segunda presidencia al magnate neoyorquino, la orden ejecutiva alega que “la entrada de refugiados sería perjudicial para los intereses de Estados Unidos”. De esa forma, se instruye a la secretaria de Seguridad Nacional suspender “las decisiones sobre las solicitudes de la condición de refugiado, hasta que se llegue a una conclusión”.
A partir de la firma de Trump, entra en vigor la suspensión de 90 días de admisión de refugiados, es decir tres meses, hasta que la secretaria de Seguridad Nacional, en consulta con el secretario de Estado, “presentará un informe al presidente a través del Consejero de Seguridad Nacional sobre si la reanudación de la entrada de refugiados en Estados Unidos en virtud del USRAP (Programa de Admisión de Refugiados de los Estados Unidos) sería en interés de Estados Unidos”, plantea la orden ejecutiva.
“Nos sentimos derrumbados, porque después de tres años de estar refugiados en Costa Rica, el programa de Movilidad Segura representaba para nosotros un nuevo comienzo en nuestras vidas, porque acá, por nuestra edad, ha sido difícil encontrar trabajo y los salarios no se corresponden al alto costo de la vida tico”, relatan Gustavo y Marisol, una pareja que supera los 53 años de edad.
El Programa de Movilidad Segura es una iniciativa del Gobierno de Estados Unidos en conjunto con la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y otros socios internacionales, como España. Según el reporte preliminar del Departamento de Estado del año fiscal 2024, “el programa ha beneficiado a más de 23.000 refugiados procedentes del Hemisferio Occidental”, a quienes les otorgan una residencia estadounidense. “Han sido reasentados de forma segura y legal en Estados Unidos en el año fiscal 2024, lo que supone un aumento de cuatro veces con respecto al año fiscal 2023″. De ese total, de 2.340 son nicaragüenses que estaban refugiados en Costa Rica.
“Pues, si bien ya se veía venir un endurecimiento en el tema de migrantes, la verdad es que no imaginamos que el programa de Movilidad Segura lo iban a tocar, porque era una cosa hablada entre esas agencias de Naciones Unidas y los países”, dice Marisol con sobrado desánimo. “Pero este señor regresó cuchillo con el tema de los migrantes y realmente tenemos la esperanza por el piso de que el programa vaya a continuar, porque al oír hablar a este señor [Trump], queda claro que no quiere más inmigrantes ni que los perseguidos políticos sean prioridad alguna en su agenda. Es muy triste porque nuestro caso ya iba bastante avanzado”.
Entre octubre y diciembre de 2024, dos vuelos del programa de reasentamiento salieron hacia España y Estados Unidos. Y para la primera semana de marzo estaba programado otro vuelo de reasentados para Estados Unidos. Sin embargo, con la orden ejecutiva de Trump, no se sabe si se mantiene, ya que los seleccionados para ese viaje no han recibido ninguna notificación por parte de la OIM. Todo, como Trump, es incertidumbre.
Los nicas con menos alternativas
Además de “reajustar el programa de admisiones de refugiados a Estados Unidos”, la nueva “era Trump” arrancó con el fusilamiento de otros dos programas que fueron creados por su antecesor, Joe Biden, para disuadir la migración irregular: la aplicación móvil CBP One y el permiso humanitario (conocido como Parole) para ciudadanos de Cuba, Nicaragua, Haití y Venezuela. Sin embargo, la Administración saliente ya había anunciado que no extenderían el Parole.
A través de CBP One, los migrantes que estaban en territorio mexicano podían rellenar un formulario con sus datos y solicitar una cita para presentarse a un puerto de entrada de la frontera sur. Mientras que el parole –que consistía en un permiso para viajar a Estados Unidos por avión– permitió la entrada de más de 531.000 migrantes de los cuatro países beneficiarios. De acuerdo a las cifras, de ese medio millón de migrantes con Parole, 90.566 eran nicaragüenses.
Para los nicaragüenses que estén con Parole en Estados Unidos, la única opción para seguir legalmente en ese país era haber iniciado una solicitud de asilo político antes de cumplir el primer año bajo el programa. Pero la petición de asilo se trata de una instancia complicada y pocos lo hicieron, aunque no hay cifras exactas. Mientras que los venezolanos y haitianos que gozan de Parole tienen otra posibilidad de permanecer en Estados Unidos: apelar al Estatus de Protección Temporal, conocido por sus siglas TPS. Es decir que los nicas son los migrantes con menores posibilidades de desafiar el plan de deportaciones masivas de Trump y la suspensión del programa de reasentamiento derrumba sus esperanzas frente la consolidación del régimen Ortega-Murillo en Nicaragua, atornillado al poder tras una reforma constitucional.
Fuente: El País