La historia del policía original de Village People que Trump terminó “comprando”
MUNDOAgencia 24 NoticiasY.M.C.A, como In the navy o Macho man son himnos que ya son parte del patrimonio cultural de Occidente. No pertenecen a Estados Unidos, a la comunidad homosexual o al ámbito disco. Se trata de clásicos que musicalizaron la vida de muchas personas a lo largo del mundo y que, hace un tiempo, también les ponen vida a los actos de Donald Trump.
Es domingo, el presidente de los Estados Unidos se dio el gusto de tener a la banda cantando en vivo el clásico que antes solamente sonaba en grabaciones en sus rallys, pero que en una oportunidad llegó a tener a bailarines disfrazados de sus tradicionales miembros en un evento de Mar-a-Lago. Esto le generó un conflicto legal (uno entre tantos) con Victor Willis, el “policía” original de los Village People que ayer estuvo cantando en el acto republicano.
Los que solamente conocen los éxitos de la banda, sin ahondar mucho en su historia, es decir, la gran mayoría de las personas, quienes también confunden los pasos con los brazos para hacer el Y.M.C.A, habrán percibido que delante de los fornidos y ambiguos bailarines y coristas como el indio, el militar o el constructor estaba un “policía” de una edad ya incompatible como para andar persiguiendo ladrones (73) y algunos kilos de más, pero que todavía “le pone onda” al canto, al baile y al escenario. Como la impresión puede indicar, sí, se trata de uno de los miembros originales de Village People de su primera versión de 1977: Victor Willis.
Este miembro del grupo fue quien acudió al llamado del productor disco francés, Jaques Morali, que tenía el concepto en la cabeza de los Village People. Al sumar a Willis al proyecto, ambos escribieron juntos los principales éxitos de la banda, como Y.M.C.A.
Luego de los primeros tres años de éxito y esplendor, el policía Willis deja la banda y es reemplazado por Ray Simpson. Aunque lograron mantenerse activos gracias a los éxitos del pasado en el nuevo mundo pop de los ochenta, la banda no pudo volver a cosechar grandes éxitos. Morali finalmente falleció de SIDA en noviembre de 1991.
Durante los noventa, Village People siguió facturando gracias a la nostalgia, con algunos de sus miembros originales y otros rotativos. Mientras tanto, Victor Willis andaba entrando y saliendo de la cárcel por problemas con las drogas. Sin embargo, su vida daría un vuelco para bien, cuando se casó en 2007 con su segunda esposa, Karen. Ella, una prestigiosa abogada, además de ayudarlo con sus problemas personales y mantenerlo a raya desde entonces, fue su principal colaborar para ganar dos batallas importantes en la justicia estadounidense.
En 2013 se impuso en la corte contra Henri Belolo, exsocio de Morali, recuperando los derechos de autor de 33 canciones, entre ellas, los grandes éxitos de los Village People. Su esposa y abogada consiguió que la corte reconozca que el caso de su marido aplicaba a una ley sancionada en 1976, que entró en vigencia en 1978 (año en que explotó la banda). La normativa señala que existe una cláusula de “derechos de terminación”, la cual indica que los autores de las obras pueden reclamar por sus canciones, luego de 35 años de explotación de las discográficas. En este caso, Scorpio Music y Can’t Stop Productions.
Aunque a partir de ese momento las finanzas del policía retirado comenzaron a engrosarse, todavía faltaba lo mejor. Su esposa también consiguió otro fallo contra Sixuvus Ltd (la empresa que representaba a los otros antiguos miembros de la formación original), que determinó que Victor Willis era el único Village People que podía utilizar la marca. Desde entonces, la voz original del grupo volvió a los escenarios para recrear todos los éxitos que siguen haciendo bailar a generaciones. Donald Trump incluido.
La vuelta al éxito gracias a una demanda y la campaña de Trump
Hace unos años, la activa abogada y esposa de Willis comenzó una demanda contra el mismísimo Trump. Aunque el cantante había dicho que no podía prohibirle al republicano usar la canción (no por una cuestión “anti-Trump”, sino para evitar cualquier endorsement político), el hecho que haya puesto a bailarines disfrazados en un acto de Mar-a-Lago ya era demasiado.
“Nuestros fans nos escribían correos electrónicos preguntando si éramos nosotros”, se quejó Willis en una entrevista televisiva. Hasta hace un año, el cantante aseguraba que no quería tener nada que ver, ni con los demócratas, ni con los republicanos y que los Village People no tenían orientación política.
Aunque la demanda no avanzó, Trump siguió usando la canción, pero sin los personajes. Sin embargo, es evidente que hubo un acercamiento entre las partes. Recientemente, Willis agradeció que el impulso que le dio Trump a su canción más famosa, ubicándola de nuevo en la cima de los charts. “Tendríamos que considerarlo seriamente”, le respondió a un periodista, que le preguntó si se iban a presentar en el evento de inauguración del nuevo mandato.
Como vimos la “seria consideración” devino en una afirmativa. Como dicen, billetera mata galán (y neutralidad política de los artistas). Aquí ganaron todos. Trump se dio el gusto, Village People está nuevamente en la cima y los únicos que se quedaron protestando son los progres, que ya no tienen fuerza ni energía para impulsar una cancelación, como hacían hasta hace un tiempo.
Fuente: PanamPost