El lobby de las petroleras que operan en Venezuela gracias a las licencias otorgadas por Joe Biden no funcionó. En su primer día en la Casa Blanca, el presidente Donald Trump anunció que Estados Unidos dejará de comprarle petróleo a la nación sudamericana secuestrada por el régimen de Nicolás Maduro, que se mantiene por la fuerza en el poder tras haberse juramentado el pasado 10 de enero para un nuevo periodo de manera fraudulenta puesto que no logró mostrar una sola evidencia de su supuesto triunfo en las elecciones del 28 de julio. Por el contrario, observadores internacionales acreditados por el propio Consejo Nacional Electoral (CNE) chavista, como el Centro Carter y el panel de expertos de la ONU, han convalidado las actas publicadas por la oposición que dan la victoria por casi 40 puntos de ventaja a Edmundo González Urrutia.
“Ya veremos eso porque probablemente vamos a dejar de comprar petróleo de Venezuela. No necesitamos su petróleo (…) No tenemos porqué comprarles su petróleo. Tenemos mucho petróleo. Esto va a tener un impacto en Venezuela”, respondió Trump durante una rueda de prensa cuando le preguntaron si estaba comprometido con los esfuerzos para sacar a Maduro del poder en Venezuela.
“Estamos mirando a Venezuela con mucho interés (…) Es un país que conozco muy bien por varias razones. Fue un gran país hace 20 años y ahora es un desastre”, dijo Trump a los periodistas, asomando la posibilidad de imponer nuevas sanciones cuando le preguntaron sobre otro “embargo” a la dictadura venezolana y respondió: “Puede ser, pero no tenemos porqué comprarles su petróleo”.
La declaración de Trump va en la misma línea de Marco Rubio, confirmado este lunes como secretario de Estado por unanimidad, quien durante las interpelaciones para su ratificación en el Senado dijo que debían revisarse las licencias que permiten a petroleras como Chevron operar en Venezuela, porque aportan miles de millones al régimen de Maduro. Se trata de las licencias individuales que la anterior Administración concedió a una larga lista de petroleras como la estadounidense Chevron, la española Repsol y la italiana Eni, entre otras, que a pesar de la reimposición de sanciones generales en abril pasado, luego de la violación de Acuerdo de Barbados por parte de Miraflores, Biden se resistió a perjudicar a las compañías que, velando por sus intereses económicos, pedían permanecer operando en Venezuela.
Fuente: PanamPost