Más de 70 muertos en la localidad de Pont-Sondé, a manos de la pandilla Gran Grif, es el triste resultado de otra muestra del poder que han tomado las bandas armadas en Haití. Desde hace tres años el número de estos grupos se duplicó, de acuerdo con distintos estudios, llegando a controlar más del 80 % de Puerto Príncipe, la capital del país caribeño.
Estados Unidos y la ONU están alarmados por la masacre de Gran Grif contra ciudadanos, incluyendo menores de edad, así como el incendio de unas 45 casas y 34 vehículos, provocando desplazamientos forzados. La urgencia es total en un país que no logra salir de las continuas crisis, agudizadas desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse en julio de 2021. La inestabilidad política y económica sirven la mesa para que las pandillas generen caos en las calles.
Puerto Príncipe se divide en “zonas de guerra” donde el Estado prácticamente no tiene presencia. Eso explica por qué ocurren este tipo de masacres. Solamente en el primer semestre de este año se contabilizaron 3900 víctimas de acuerdo con la Oficina Integrada de Naciones Unidas en Haití (BINUH). Esto no hace más que empeorar la crisis humanitaria por los desplazamientos y el escaso acceso a agua potable, alimentos y atención médica en las zonas que se disputan las pandillas. Es decir, aunque la masacre de más de 70 personas es una tragedia, no es más que otro capítulo de las tantas tragedias que enfrenta Haití.
El pedido de ayuda de la ONU
“El ataque dejó varias decenas de muertos, entre ellos mujeres y niños, muchos más heridos y provocó el desplazamiento de al menos 3000 personas, mientras la violencia de las bandas sigue extendiéndose desde la capital a otros departamentos de Haití”, dijo Stéphane Dujarric, portavoz del secretario general de Naciones Unidas, António Guterres.
Por ende, parece no ser suficiente que en el año 2023 se aprobara una fuerza multinacional liderada por Kenia para ayudar a restaurar la seguridad en Haití. Solamente en junio llegaron a este país 400 funcionarios policiales. El actual pedido de la ONU es el de exhortar a los Estados miembros “para que garanticen que la misión multinacional de apoyo a la seguridad reciba la asistencia financiera y logística que necesita para tener éxito”.
Sin embargo, es cuestión de esperar a ver qué ocurre mientras el primer ministro haitiano dice que los ataques de pandillas “no quebrantarán la determinación” de sus habitantes. En paralelo, Estados Unidos recuerda los dos millones de dólares de recompensa que ofrece por la captura de Vitel’homme Innocent, líder de otra banda llamada Kraze Barye o el millón de dólares a cambio de Wilson Joseph, conocido como ‘Lanmò Sanjou’, líder de la banda 400 Mawozo.
La duda que prevalece es si la masacre a manos de Gran Grif responde a recientes sanciones de Estados Unidos contra Luckson Elan, líder del grupo, las cuales forman parte del programa de la Ley Global Magnitsky, creada para castigar a individuos relacionados con corrupción o abusos de derechos humanos.
Fuente: PanamPost
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