Alerta en Chile por la creciente crisis de seguridad que padecen los colegios

AMÉRICA LATINAAgencia 24 NoticiasAgencia 24 Noticias
WSSAQUQMCNC6DG4GLKFE5KBVVI

Solo durante septiembre hubo dos hechos de violencia en escuelas chilenas que conmocionaron a la opinión pública: el primero fue una monumental gresca entre estudiantes y padres ocurrida en las afueras del Colegio Nueva Era Siglo XXI, en la comuna santiaguina de Puente Alto, en la que un estudiante atropelló a su propia madre y a otro apoderado; y el segundo, una pelea entre dos padres citados porque sus hijos se habían enfrascado en una violenta riña, en el hall del Liceo Gastronomía y Turismo de la comuna de Quilpué (130 kms hacia el oeste de Santiago).

En ambos incidentes hubo armas blancas de por medio y el primero terminó con siete detenidos. Pero lo más preocupante es que desde un tiempo a esta parte, los cuchillos han sido reemplazados por armas de fuego. A fines de agosto, un adolescente de 17 años fue baleado en sus piernas en Lota, región del Bío Bío (540 kms al sur de Santiago), por otro alumno del mismo Colegio Manuel D’Alzón.

Según cifras de la Superintendencia de Educación, en los últimos diez años los incidentes con armas han crecido en más de un 100%: Si en 2014 hubo 54 reportes por ataques con arma blanca, en el primer semestre de 2023, - hasta donde está actualizadas las cifras- hubo 105 casos, según reza un reportaje de El Desconcierto.

El peor año fue el 2022: en ese periodo hubo 345 casos de violencia con algún tipo de arma, 228 hechos más que en 2019. La barrera de los 100 casos por años fue superada en 2018 con 153 casos.

En el desglose, la Región Metropolitana, la más grande de Chile, registró en el último año 300 denuncias por incidentes con algún tipo de arma. Las comunas más afectadas fueron Maipú (45 casos), Ñuñoa (24) y La Florida, con 19 incidentes violentos.

Problema complejo
El tema preocupa sobremanera al gobierno de Gabriel Boric y en mayo pasado, la subsecretaria de Educación, Alejandra Arratia, presentó el programa “Comunidades Educativas Protegidas”, que contempla 50 comunas problemáticas del país y está destinado a “la prevención y abordaje oportuno de situaciones o hechos de violencia al interior o en el entorno inmediato de las comunidades educativas, y que afectan el ambiente para el aprendizaje”.

Sin embargo, para la doctora en Educación de la Universidad Católica, Carmen Gloria Zúñiga, “este es un fenómeno complejo que requiere un análisis profundo de múltiples factores para ser comprendido”, según dijo en entrevista con el medio citado.

“Hay factores socioculturales, como la fragmentación social y la desigual distribución de la riqueza, el aumento de la sensación de inseguridad, la influencia de los medios de comunicación que contribuye a la normalización de la violencia, entre otros”, aseguró la profesora.

Zúñiga también sostuvo que “podemos identificar la falta de preparación de docentes y directivos en temas relacionados a resolución de conflictos y salud mental, lo limitado de los recursos públicos y su deficiente administración, que se traduce en sobrecarga laboral docente e infraestructuras deficientes. Entonces, estos factores actúan de manera conjunta, haciendo esto tarea ardua de enfrentar”.

Finalmente, Marcelo Sánchez, gerente general de la Fundación San Carlos de Maipo -que implementa modelos preventivos para el desarrollo positivo de la infancia -, apuntó a la familia como principal responsable del preocupante aumento de estos episodios.

“Si tú miras, por ejemplo, la realidad de las familias, seis de cada diez padres han sido violentos con sus hijos, ya sea violencia psicológica o física. 47% de los padres consideran que el castigo físico era adecuado. El 33% de los padres cree que no existe el daño psicológico. Entonces con esas cifras, tú comprenderás que tenemos familias cada vez más violentas y, por ende, comunidades más violentas”, remató.

Fuente: Infobae

Últimas noticias
Te puede interesar
Lo más visto