Provocar a Trump es la única estrategia de Kamala Harris para ganar el debate

La mesa está servida para el debate del próximo 10 de septiembre entre el candidato republicano Donald Trump y la aspirante demócrata Kamala Harris. Con micrófonos apagados entre intervenciones, sin notas escritas y sin público, ambos se verán las caras en lo que algunos creen que será el único encuentro antes de las presidenciales.

Ambas campañas están preparando a sus abanderados, aunque las estrategia distan mucho una de la otra, teniendo en cuenta que del lado demócrata no aspiran a que el discurso de Harris tenga demasiado contenido. De hecho, NBC News revela que “se tratará menos de la sustancia”, porque la idea es mostrar a la candidata “como una mujer que no tiene miedo”. En otras palabras, se confirman las sospechas de que su estrategia estará enfocada en que Trump pierda la paciencia frente a las cámaras.

“Harris y su equipo se están centrando en encontrar la manera de provocar a Trump para ponerlo nervioso”, admite dicho portal de noticias refiriéndose a una fuente que adelantó detalles. Si bien el equipo demócrata prepara a Harris para que hable sobre una variedad de temas, la campaña “considera que la imagen del debate es de suma importancia”. Es decir, la noche del 10 de septiembre los electores estadounidenses verán a una candidata esforzándose por provocar arrebatos en su rival y no explicando su programa de gobierno.

Kamala Harris podría culpar a Biden en el debate
En realidad, poco se sabe de cómo Kamala Harris quiere gobernar Estados Unidos. Pasó más de un mes sin dar entrevistas a los medios, y cuando lo hizo para CNN el pasado 29 de agosto, dejó “vacíos en detalles políticos”, como admitió la cadena. La actual vicepresidente se negó a explicar cambios de rumbo en cuestiones como la inmigración y la energía, al igual que como era de esperarse, se refirió a Trump acusándolo de “dividir a la nación”. El consenso es que no fue una entrevista brillante.

El resto de días puede verse a la actual vicepresidente y candidata demócrata ignorando a los medios, como cuando bajó de una camioneta con auriculares para evitar responder preguntas a la prensa antes de subirse a un avión. Y es que de acceder, tendría que enfrentarse a cuestionamientos sobre los fracasos del actual gobierno de Joe Biden en materia de migración e inflación o su política exterior, como el aval a Israel dada su afinidad hacia grupos progresistas que apoyan la causa de Hamás.

Otro plan que tiene Kamala Harris para el debate contra Trump es que podría terminar culpando a Joe Biden de problemas actuales para distanciarse electoralmente. Por ejemplo, sobre la retirada de Afganistán en el año 2021.“Están tratando de encontrar la manera de crear algo de espacio entre ella y algunas de las decisiones de él”, agregó la fuente. Aunque ella quiere encontrar la manera de responder estratégicamente a esas preguntas, “hay algunos en el equipo a quienes realmente no les importa causarle problemas a Biden”.

A pesar de que en términos de debates presidenciales usualmente se aplican estrategias como la que tiene la campaña demócrata, el foco revela que su abanderada carece que planes sustanciales para un hipotético gobierno. En la acera del frente está el candidato republicano Donald Trump, quien seguramente la vincule a los resultados del gobierno de Biden, como lo ha hecho en redes sociales, al comparar declaraciones de la vicepresidente antes y después de postularse.

Fuente: PanamPost