Así encubre Biden su ineptitud con la crisis migratoria para debatir con Trump

La Administración Biden está tomando medidas migratorias convenientes para su campaña electoral ahora que faltan pocos meses para las presidenciales. Lo que comenzó con la promesa de regularizar a unos 500.000 migrantes indocumentados casados con estadounidenses, continúa con el aumento de acusaciones penales por delitos de inmigración.

Un informe del grupo Transactional Records Access Clearinghouse (TRAC), adscrito a la Universidad de Syracuse, detalla que de menos de 1500 acusaciones mensuales hechas en enero de 2021 por el Departamento de Justicia (DOJ, en inglés), los casos saltaron a casi 3000 en marzo de 2024, “con ciertas fluctuaciones a la baja en algunos meses de ese periodo”. Lo cual dejaría por sentado que el interés del actual Gobierno demócrata por la crisis migratoria responde a la cercanía con las próximas elecciones.

Otros números sirven para respaldar esta estrategia: de febrero a abril de 2024 aumentaron en 21 % las acusaciones por delitos relacionados con la inmigración, comparado con el mismo periodo del año pasado. Y es que incluso votantes latinos ven preocupados el tema de la migración irregular. A pesar de que muchos tienen entre su familia a alguien bajo esta condición, aseguran que “quieren ver un proceso ordenado”, según encuestas hechas por el Fondo de Acción UnidosUS, enfocado en promover los derechos e intereses de la comunidad latina en los Estados Unidos.

Las promesas que olvidaron Biden y Harris
A la dupla del presidente Joe Biden y Kamala Harris, la migración se le fue de las manos luego de sus promesas durante la campaña presidencial del año 2020 que consistían en revertir órdenes ejecutivas y regulatorias creadas por el anterior gobierno de Donald Trump. Testimonios de aquel momento, demostraron que las personas con intenciones de cruzar irregularmente hacia EE. UU. vieron la oportunidad de ser recibidos sin mayores obstáculos en el país.

Harris llegó a usar su historia personal al tener padre jamaicano y madre del sur de la India. Su identidad, fue puesta en el primer plano de esa campaña como algo útil para conectar con comunidades migrantes y de color en Pensilvania, Florida, Filadelfia o Michigan. Pero ahora las cosas cambiaron al notar que los votantes —especialmente los latinos— ven una crisis desbordada que está causando problemas profundos en la sociedad a través de crímenes, saturación de albergues o de puestos de trabajo en estados fronterizos. De ahí el giro de 180 grados que se está viendo en la actitud de la Administración demócrata.

Sin embargo, dado el objetable manejo de medidas migratorias y el aumento de cruces irregulares registrados por la Patrulla Fronteriza (de más de 1.7 millones de cruces en el período de 2021, el número subió a 2,4 millones de 2023), hay quienes destacan críticas contra las recientes medidas migratorias de Biden. Para Stephen Miller, exasesor político de Trump, la regularización de más de 500.000 indocumentados casado con estadounidenses es “una amnistía colosal y un ataque estruendoso contra la democracia estadounidense en la forma de edicto imperial”.

Trump, Biden y el próximo debate
El expresidente Donald Trump se ha referido a la crisis migratoria en reiteradas oportunidades, no solo durante  la actual campaña electoral. Al ser un tema tan relevante, es posible que sea uno de los puntos álgidos durante el próximo debate organizado por la cadena CNN.

“Biden quiere ser el presidente de los inmigrantes ilegales”, dijo Trump hace pocos días desde durante un mitin celebrado en la ciudad de Racine, en el estado de Wisconsin. Un mes antes, el Departamento de Seguridad Interior (DHS) impulsó un nuevo reglamento que permite acortar el proceso para negar el asilo a un migrante. Así que mientras el expresidente se prepara para un debate con argumentos definidos contra la migración irregular, Biden deberá explicar por qué justo ahora toma medidas para controlar la crisis.

Fuente: PanamPost