Alberto Fernández acusó a su expareja de difundir sus videos “privados”

De mi “querida Fabiola” a la “querellada Fabiola”. La exmujer de Alberto Fernández se convirtió en denunciada y denunciante. A la presentación por violencia de género contra el exmandatario ahora se suma una contrademanda de Fernández. La acusa de haber propagar material privado, que no tendría ni siquiera que haber visto.

“La querellada Fabiola Yañez es la única persona que tenía acceso a la información que se ha difundido. Dicha información está contenida en el teléfono que era de mi propiedad, que le regalé a mi hijo Francisco con aplicaciones que servían para su esparcimiento, y que contenía mi galería de fotos personal”, dice la presentación judicial de Fernández contra Yáñez.

Las imágenes a las que Fernández hace referencia son las que se encontraron en el teléfono celular que el expresidente le dio a su pequeño, antes que partiera a España con su madre. En él, habrían aparecido videos como el de Tamara Pettinato diciéndole “te amo” al expresidente, que le solicitaba que le diga “cosas lindas”.

Según trascendió en diversos medios de comunicación, las dos filmaciones que se hicieron públicas no serían las únicas. Se habla de una veintena de archivos y los rumores son de todo tipo. Algunos hablan de mujeres desnudas y otros, directamente, de actividades sexuales con el expresidente en las dependencias oficiales.

“Este aparato (celular) de mi propiedad que contenía información privada, se encontraba en poder de la querellada, pero que de ninguna manera tenía derecho a explorar y mucho menos a difundir. Se lo di a mi hijo para que juegue y pueda ver videos infantiles en YouTube y similares. Pero quiero dejar algo en claro. Se lo di a mi hijo, un nene de dos años”, indica también la presentación judicial de Fernández contra su expareja.

Aunque todavía no han trascendido otros videos, el expresidente ya realizó otra presentación judicial para tratar de impedir que las plataformas de internet y empresas como Google o Yahoo publiquen o permitan la difusión de estas grabaciones que podrían llegar a aparecer en cualquier momento. Esta cuestión no hizo otra cosa que incrementar la sospecha de eventuales contenidos de índole sexual, en el marco de un escándalo que por ahora no se disipa.

Fuente: PanamPost