Argentina no quiere entregar al régimen a los opositores asilados en la embajada

La tensión entre el gobierno argentino y la dictadura chavista sigue escalando. El presidente Javier Milei y su canciller, Diana Mondino, fueron los primeros referentes internacionales en advertir el fraude que el régimen venezolano estaba llevando a cabo, lo que, lógicamente, generó consecuencias diplomáticas. Nicolás Maduro puso a la Argentina en la lista de los países de la región con los que deseaba cortar relaciones. Justamente, el listado es el de los gobiernos que están exigiendo las actas que el CNE se ha negado a mostrar.

República Dominicana, Panamá, Uruguay, Costa Rica, Chile y Perú también deberán dejar las embajadas en Caracas y verán irse a los diplomáticos venezolanos de sus países. Pero en el caso argentino hay una particularidad y una complicación. Se encuentran asilados en la embajada seis dirigentes del partido de María Corina Machado.

En la comunicación oficial del régimen, donde se argumenta que el no reconocimiento del fraude significa una “injerencia” violatoria de la soberanía venezolana, se agrega que los diplomáticos argentinos tienen 72 horas para irse del país. Sin embargo, aclaran que la salida “atañe sólo al personal argentino, quienes contarán con todas las garantías para su retiro inmediato del territorio nacional, y no posee vinculación alguna con la presencia de ciudadanos venezolanos asilados en esa misión diplomática desde el 20 de marzo de 2024″.

En la jornada de ayer, grupos chavistas se acercaron a hostigar la embajada, que fue defendida por vecinos de Caracas, que se interpusieron entre los grupos de choque de la dictadura y el edificio. Esta mañana, el régimen decidió continuar con las hostilidades y cortar la energía eléctrica de la propiedad.

Mientras la dictadura avanza con las detenciones políticas, insiste en que el gobierno argentino le entregue a los dirigentes opositores. Sin embargo, Argentina tiene una buena razón para no hacerlo. El artículo 19 de la Convención de Asilo, justamente firmada en Caracas en 1954, expresa que:

“Si por causa de ruptura de relaciones el representante diplomático que ha otorgado el asilo debe abandonar el Estado territorial, saldrá aquel con los asilados. Si lo establecido en el inciso anterior no fuere posible por motivos ajenos a la voluntad de los asilados o del agente diplomático, deberá éste entregarlos a la representación de un tercer Estado Parte en esta Convención, con las garantías establecidas en ella. Si esto último tampoco fuere posible, deberá entregarlos a un Estado que no sea Parte y que convenga en mantener el asilo. El Estado territorial deberá respetar dicho asilo”.
De negarse el régimen a que los colaboradores de María Corina Machado abandonen Venezuela, la dictadura estaría incurriendo en una grave violación al derecho internacional. Por ahora, todo parece indicar que las autoridades argentinas se mantendrán firmes con respecto a la protección de los asilados. Habrá que ver si la dictadura de Maduro decide incrementar exponencialmente el nivel de conflicto con Argentina, en medio de la complicada situación que enfrenta, o si prefiere poner sus prioridades en otro lado, que sería lo más lógico.

Fuente: PanamPost