¿Se terminó el PRO?

De la misma manera que la coalición Juntos por el Cambio voló por los aires ante la irrupción del fenómeno Javier Milei, lo mismo parece haber sucedido con su principal partido: el PRO, fundado por Mauricio Macri.

Tras el alejamiento luego de la durísima derrota de Horacio Rodríguez Larreta (más afín con sectores del peronismo y del radicalismo), el partido amarillo quedó con dos polos fuertes para el momento en que el libertario se convirtió en presidente: Macri y la flamante ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.

Apenas comenzó la gestión, “la piba” decidió que no hay espacios para medias tintas. Ella considera que se juega fuerte con el oficialismo para consolidar definitivamente un proceso de cambio o se queda en el camino en una tibieza condenada al fracaso. La cuestión es que, más allá de las discrepancias estratégicas o ideológicas, el año próximo habrá elecciones de medio término y nadie quiere quedarse afuera del juego. “Se quedan con un PRO chiquito”, dijo uno de sus voceros tras el escándalo.

Mientras que Bullrich hoy juega entera con el espacio libertario, los dirigentes cercanos a Macri pretenden mostrar mayor independencia. Aunque apoyaron la Ley Bases en el Congreso, y no desean confrontar con Milei, todo parece indicar que pretenden su propio espacio político. Ayer, en el marco de la asamblea partidaria, el bullrichismo abandonó la reunión en un marco de alto conflicto.

La cabeza del órgano deliberativo, que iba a ser para la ministra de Seguridad, finalmente quedó en manos del diputado Martín Yeza. Como resolución de la jornada, el partido amarillo decidió mantener el apoyo al presidente, seguir representando “el cambio” y no fusionarse con otros partidos, como La Libertad Avanza.

Lo cierto que lo más probable es que el espacio libertario tampoco tenga ganas de una fusión con el PRO, a lo sumo, seguramente pensaban ofrecer espacios en las listas, para llevar una oferta competitiva a las urnas para ganar en todo el país. Seguramente, esta oferta electoral conjunta es lo que estaba en mente de Bullrich, que ahora está más que nunca alejada del macrismo duro.

Luego de la salida de la asamblea, la ministra emitió un duro comunicado en sus redes sociales. Señaló que ella está jugada en “tirar el carro para adelante con decisión y firmeza, para bajar la inseguridad, la inflación y combatir las corporaciones y las mafias”. En este sentido, aseguró que no le interesa “el debate por los cargos en el PRO”, sino “un debate por el rumbo”.

“No vamos a dar marcha atrás. Decidimos apoyar a Javier Milei porque si el cambio no se daba ahora, nos hundíamos. Y en seis meses ya vemos un cambio inédito, conseguido contra viento y marea. Hoy quiero contagiar al PRO del valor que se requiere para encender los motores e ir a toda máquina. La Argentina no puede perder esta oportunidad de ser protagonistas del cambio más atrevido y necesario de las últimas décadas. No podemos quedarnos, una vez más, a mitad de camino. Por eso, yo me juego a fondo, como lo hice siempre, y cuento con ustedes”, resaltó Bullrich.
Habrá que ver como se acomodan las piezas. Más allá de la buena relación personal entre Macri y Milei, toda la dirigencia macrista está interesada en su supervivencia política, y el expresidente parece que no desea soltarles la mano.

Ante una fuerte polarización libertaria/kirchnerista, no será sencillo ofrecer otras posiciones electorales el año próximo. Sobre todo para espacios afines como el PRO, que seguramente acompañe la mayor cantidad de iniciativas legislativas del gobierno. Históricamente fue muy complicado para los “partidos satélites” en coyunturas similares. Muchos se preguntan ¿para qué votar al aliado parlamentario del espacio que apoyo si puedo votar al original? Bueno, a eso apelará La Libertad Avanza. A que ellos son el verdadero espacio de Milei.

Claro que, esta vez, a diferencia de 2023, el libertario no estará en las boletas, por lo que el desempeño dependerá de los candidatos del oficialismo. ¿Será candidata Bullrich? Todavía falta mucho, pero si en algo tiene razón la ministra, es que sus (hasta ahora) compañeros de partido evidencian cierta ansiedad por los cargos para 2025.

¿Se terminó el PRO? Al parecer, por ahora no, pero si Patricia juega por otro espacio, es más que probable que el caudal de votos se reduzca considerablemente. La única arma que tienen los macristas para contrarrestar esa cuestión es la presencia del propio Mauricio en la boleta.

Fuente: PanamPost