El chavismo resiste y Venezuela sufre: ¿Es hora de la fuerza interna o seguimos siendo víctimas?

Los venezolanos cerramos el año 2025 sumidos en la incertidumbre. Desde octubre de 2023 comenzó una nueva etapa de lucha que cristalizó el 28 de julio de 2024. Todo ello dependió de los propios venezolanos, pero ahora se ha dado una poderosa importancia al papel de agentes extranjeros en nuestra lucha por la libertad del país. Cuando esto ocurre, corremos el riesgo de que los más fuertes se entiendan con base en sus intereses; y, a estas alturas, sin un poder de fuego superior al del chavismo en el territorio, los ciudadanos venezolanos somos los más débiles. Sin embargo, lejos de que estas palabras tengan la intención de posicionarnos como víctimas, su propósito es reconocer la realidad tal como es para poder actuar en consecuencia. Si hoy somos débiles, entonces debemos actuar para ser más fuertes. Veamos el entorno.

Desde agosto, el gobierno de los Estados Unidos ha emprendido una serie de acciones militares que amenazan al chavismo en el poder. Bajo lo que denominan una estrategia de «máxima presión», se han destruido más de 20 embarcaciones denominadas narcolanchas en el Pacífico y en el Caribe. Recientemente, el presidente Donald Trump ha decretado una cuarentena que durará hasta febrero, en la que no se permitirá el comercio del crudo venezolano. Los buques que han sido incautados no serán entregados al nuevo gobierno encabezado por Edmundo González Urrutia: se los quedarán los norteamericanos. Además, el espacio aéreo venezolano ha sido restringido, y miles de venezolanos no han podido viajar a Venezuela ni lo podrán hacer hasta nuevo aviso.

Por otra parte, el nuevo gobierno de Chile, encabezado por José Antonio Kast, ha propuesto crear un supuesto «corredor» para devolver a los venezolanos «indocumentados» a territorio venezolano. En esta iniciativa, ha invitado a los presidentes de Ecuador y Perú.

Análisis Canadá

¿Hasta cuándo estará restringido el espacio aéreo venezolano?

¿Cuántos millones de barriles de petróleo venezolano seguirán robándose los chavistas, por una parte, y por otra los norteamericanos apropiándoselo sin dárselo a los venezolanos a través de las nuevas autoridades electas el 28 de julio de 2024?

¿El nuevo gobierno ha nombrado a un grupo de diplomáticos calificados para influir en la política de los gobiernos de Suramérica y evitar que una iniciativa como la de Kast se materialice? ¿Cuál es la política exterior al respecto? ¿Qué papel pueden jugar gobiernos aliados como el de Argentina, Bolivia y Paraguay ante esta situación?

Si no es posible mantener la expectativa de que el chavismo saldrá en el corto plazo, ¿cuáles son las políticas para disminuir el impacto que ocasionará la presión internacional en la ya sufrida población venezolana?

El chavismo está preparado para contrarrestar la presión internacional, como lo ha hecho hasta ahora con las sanciones. Su estrategia se basa en una resistencia a largo plazo, en la que abrirá fuego contra los venezolanos que osen oponérsele dentro del territorio. Ellos están muy débiles, pero tienen la ventaja de que no existe una fuerza local con poder de fuego superior al de ellos.

Si el chavismo no sale del poder, entonces la causa de la crisis venezolana no ha llegado a su fin. Con el bloqueo del comercio petrolero y la restricción del espacio aéreo venezolano, la situación económica del país empeorará y, con ello, aumentará el éxodo.

Si el gobierno de Kast convence a los demás gobiernos de la región a deportar venezolanos a Venezuela en vez de comenzar un proceso de regularización consciente, aumentará la xenofobia en el corto plazo.

Desde 2013, muchos venezolanos estamos diciendo que esto sale por la fuerza. En 2014 hubo un intento ciudadano de rebelión. Para 2017 se sumaron policías y militares en un segundo esfuerzo; ambas iniciativas fueron desinfladas por los falsos opositores que todo el mundo ya sabe quiénes son. Todo está llegando a un cuello de botella en el que la única opción es la que hemos propuesto durante más de una década.

Todo este tiempo, que acumula heridas y lecciones, también encierra mucha experiencia. Hay quienes llegan al abordaje de la idea con el mismo rechazo que la conocieron en su momento. Y es este prurito del que se aprovecha el chavismo. Los que han ofrecido derrotas al chavismo dentro de Venezuela tienen mucho que aportar a la salida del régimen. El apoyo internacional es bienvenido y necesario, pero es el momento de la humildad para el reconocimiento de los límites de cada uno y, en el marco de la salvación del país, tomar decisiones para salir adelante, pues solamente los venezolanos somos los únicos interesados en preservar nuestros propios intereses nacionales.

Fuente: PanamPost