Tailandia y Camboya acordaron un “alto el fuego inmediato” en su conflicto fronterizo

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Los gobiernos de Tailandia y Camboya anunciaron este sábado un alto el fuego “inmediato”, según una declaración conjunta en la que ambos gobiernos se comprometieron a poner fin a las semanas de enfrentamientos mortales registrados en la frontera común.

“Ambas partes acuerdan un alto el fuego inmediato tras la firma de esta Declaración Conjunta, con efecto a partir de las 12:00 horas del mediodía (hora local) del 27 de diciembre de 2025, que abarca todo tipo de armas, incluidos los ataques contra civiles, bienes e infraestructuras civiles y objetivos militares de ambas partes, en todos los casos y en todas las zonas”, señala el comunicado del Comité General Especial de Fronteras de ambos países, emitido por la parte camboyana.

El jueves pasado, el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, mantuvo una conversación telefónica con el primer ministro de Camboya, Hun Manet, para promover un alto el fuego con Tailandia en medio del repunte de los enfrentamientos armados.

En un comunicado, el Departamento de Estado informó que Rubio expresó su preocupación por la violencia entre Camboya y Tailandia, destacó “el deseo de paz del presidente Donald Trump” y subrayó la importancia de implementar plenamente los Acuerdos de Paz de Kuala Lumpur, firmados en octubre bajo mediación de Washington.

Rubio reiteró la disposición de Estados Unidos para facilitar el diálogo entre Nom Pen y Bangkok, con el objetivo de asegurar la estabilidad en una de las fronteras más delicadas del Sudeste Asiático, región estratégica para las cadenas de suministro y la seguridad regional.

Según balances oficiales y fuentes regionales citadas por agencias internacionales, los choques recientes dejaron al menos 86 muertos, entre soldados y civiles, y más de 900 mil desplazados temporales en comunidades rurales cercanas a la zona limítrofe.

El conflicto tiene raíces históricas, vinculadas a disputas de soberanía sobre varios tramos de la frontera de unos 820 kilómetros, definidos originalmente por la cartografía colonial francesa en 1907, cuando Camboya integraba la Indochina francesa. Estos mapas continúan generando interpretaciones divergentes más de un siglo después.

Las tensiones se concentran en puntos estratégicos, incluyendo áreas cercanas a templos y otros enclaves de valor simbólico e histórico. En el pasado, estos lugares han sido escenario de escaramuzas y enfrentamientos armados.

En julio pasado, tras varios días de intensos combates que provocaron cerca de medio centenar de muertes, el presidente estadounidense Donald Trump intervino como mediador. Ambos gobiernos aceptaron detener las hostilidades luego de que Washington advirtiera sobre posibles represalias comerciales si persistía la escalada bélica.

Ese proceso condujo a la firma, en octubre, de los Acuerdos de Paz de Kuala Lumpur, con la presencia de Trump en la capital malasia. Los compromisos incluyen desescalada militar, verificación internacional y diálogo político permanente.

A pesar de los esfuerzos, los enfrentamientos entre Tailandia y Camboya se reanudaron a comienzos de diciembre, lo que evidenció la fragilidad del pacto y la ausencia de mecanismos efectivos de supervisión sobre el terreno. Ante este escenario, Washington intentó fortalecer su papel como mediador y promover controles más estrictos para evitar nuevas escaladas en la zona fronteriza.

(Con información de AFP)

Fuente: Infobae

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