
Israel lanza una ofensiva aérea sin precedentes bombardeando Irán para frenar su programa nuclear
ISRAEL Jorge Herrero*


Israel ha iniciado una ofensiva militar de gran escala contra Irán, en lo que ha calificado como un «ataque preventivo» dirigido a desarticular lo que considera una amenaza existencial: el programa nuclear y balístico iraní.


En una serie de declaraciones oficiales ofrecidas durante la madrugada del viernes, el Gobierno israelí, encabezado por el primer ministro Benjamín Netanyahu, confirmó que sus fuerzas armadas llevaron a cabo bombardeos simultáneos sobre múltiples instalaciones estratégicas en territorio iraní, incluyendo centros de enriquecimiento de uranio, bases militares y laboratorios vinculados al desarrollo de armas atómicas.
La operación, denominada «El león que se alza», fue descrita por el Ejército como una acción «ofensiva, preventiva y precisa», ejecutada con base en inteligencia calificada como «de primer nivel». En ella participaron decenas de aeronaves que completaron una primera fase de ataques coordinados, alcanzando objetivos clave en ciudades como Natanz —considerada el epicentro del programa nuclear iraní— y otras ubicaciones sensibles. Fuertes explosiones fueron reportadas en Teherán y en varias zonas del país persa.
Una «campaña histórica sin precedentes»
Israel justificó la ofensiva asegurando que Irán ha acumulado suficiente uranio altamente enriquecido como para fabricar al menos quince bombas nucleares, y que su desarrollo de misiles balísticos de largo alcance podría permitir la carga de esas armas en el corto plazo. El jefe del Estado Mayor israelí, Eyal Zamir, calificó la situación como una «campaña histórica sin precedentes», asegurando que se ha llegado a un «punto de no retorno» y que el país no podía permitirse seguir esperando.
En su mensaje a la nación, el primer ministro Netanyahu sostuvo que el objetivo principal ha sido «el núcleo del programa de armamento nuclear de Irán» y que también fueron atacados destacados científicos nucleares y altos mandos militares iraníes. Entre las víctimas, medios estatales iraníes confirmaron la muerte del comandante en jefe de la Guardia Revolucionaria, el general Hosein Salamí. Netanyahu advirtió que esta operación continuará «los días que sean necesarios» y afirmó que Israel «respalda sus palabras con hechos» frente a lo que denominó una amenaza que recuerda al Holocausto, esta vez en forma de una posible catástrofe nuclear.
Israel declara el estado de emergencia
Tras los ataques, el Ministerio de Defensa israelí declaró el estado de emergencia especial en todo el país y puso en marcha restricciones internas que incluyen el cierre de escuelas, la suspensión de eventos públicos y la paralización de actividades laborales no esenciales. A partir de las 3:00 de la madrugada, se cambió el estatus nacional de «actividad plena» a «actividad esencial», en previsión de una respuesta militar iraní que, según fuentes oficiales, podría ser «inminente» y tomar la forma de misiles balísticos y drones dirigidos contra territorio israelí.
Como medida adicional, el Ministerio de Transporte y Seguridad Vial anunció el cierre total del espacio aéreo israelí para despegues y aterrizajes. Se recomendó a los pasajeros no acudir al aeropuerto Ben Gurión en Tel Aviv hasta nuevo aviso. Aquellos viajeros que se encuentran en el extranjero han sido instados a seguir la evolución de la situación a través de medios oficiales y las páginas de las aerolíneas.
Fuertes explosiones
Desde Irán, las primeras reacciones oficiales han sido escasas, aunque medios estatales informaron de «fuertes sonidos» en varias zonas del país, mientras que expertos en seguridad especulan con una contraofensiva coordinada desde distintos frentes, incluyendo posibles ataques desde Líbano por parte de Hizbulá o desde Yemen por los hutíes, aliados estratégicos de Teherán.
En su mensaje final, Netanyahu aseguró que el Estado de Israel no solo se defiende a sí mismo, sino también a «muchos otros» que padecen la expansión del régimen iraní. Asimismo, destacó su esperanza en un futuro distinto para el pueblo iraní, al que describió como víctima de una dictadura que, tras 46 años, podría estar llegando a su fin. «Nuestra lucha no es contra el pueblo iraní, sino contra la brutalidad de sus líderes», concluyó.
El panorama en la región se vuelve cada vez más tenso. Las alarmas antiaéreas activadas en todo Israel no solo han sido parte de una respuesta defensiva, sino una advertencia al mundo: una nueva fase del conflicto entre Israel e Irán ya ha comenzado.
*Para El Debate





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