



Desde Roma


Como se esperaba después de la baja afluencia de votantes difundida el domingo por la noche (22, 7%) y dada la insistente publicidad contra el voto de parte de los partidos de derecha -en especial del actual gobierno-, el referéndum realizado domingo y lunes en Italia quedó anulado porque votó sólo el 30,58% de los que tienen derecho al voto. Para que fuera válido, independientemente del voto a favor o en contra de cada uno de los cinco puntos que planteaba la consulta, era necesario que fuera a votar el 50% más 1 de los que tienen derecho al voto.
El referéndum proponía votar sobre cinco puntos, cuatro de ellos que pretendían mejorar los derechos de los trabajadores y el quinto hacía disminuir de 10 a 5 años de residencia a los migrantes legalmente instalados en el país, para poder tener acceso a la ciudadanía. Pero nada de esto se consiguió porque el referéndum fue declarado no válido a causa de la baja afluencia de votantes. No es la primera vez que sucede algo similar respecto a otros plebiscitos.
Por eso, un grupo de ciudadanos italianos, llamado “Basta quórum”, decidió reunir miles de firmas y presentar así una propuesta para eliminar el quórum de los referéndum, cambiando el artículo 75 de la Constitución italiana. La propuesta ya fue presentada ante la Corte de Casación. “Continuar manteniendo el quórum significa abolir los referéndum”, explicaron los miembros del grupo a la prensa.
Los comentarios de la izquierda
Pese a la desilusión que provocó la anulación del referéndum y las consecuencias que podría tener para la izquierda que lo promovía, algunos dirigentes de centro izquierda, como el líder de Italia Viva y ex primer ministro Matteo Renzi, rescataron en cambio el valor de la izquierda. “Está claro que para construir una centroizquierda vencedora hay que hablar de futuro, no del pasado”, dijo Renzi haciendo alusión a los puntos del referéndum que pretendían derogar partes de leyes del pasado. “Si queremos ganar las próximas elecciones, si queremos construir una alternativa a Giorgia Meloni, tenemos que ampliarnos hacia la clase media y dejar de lado el recinto ideológico”.
Por su parte Maurizio Landini, líder de una de las principales centrales sindicales de Italia (CGIL) que además impulsó la realización del referéndum, subrayó por su parte que “no era un voto contra el gobierno sino contra leyes absurdas. Nuestro objetivo no era político” (…) “Sabíamos que el referendum no sería un paseo, sobre todo en un país como Italia donde hay una crisis democrática evidente. De todas maneras ha sido una experiencia importante”.
Según algunos analistas, aunque no se haya alcanzado el quórum exigido, la afluencia del 30,58% de los votantes significó más de 14 millones de personas que fueron a votar. Y sobre esto hizo hincapié la líder del Partido Democrático (centroizquierda) Elly Schlein. “La diferencia entre nosotros y la derecha de Meloni es que hoy estamos contentos de que más de 14 millones de personas hayan ido a votar, mientras ellos están muy contentos por los otros que no fueron a votar” (...) “Continuaremos empeñándonos junto a esos millones de electores que votaron y que esperaban con eso poder reducir la precariedad y hacer de Italia un país más justo. Esto nos motiva aún más para construir una alternativa al actual gobierno”.
El líder del Movimiento Cinco Estrellas (M5S), Giuseppe Conti, fue muy conciso: “El que festeja por el fracaso del referendum debería respetar a los casi 15 millones de electores que fueron a votar”, dijo.
La derecha muy satisfecha
Los partidos que forman parte del gobierno de derecha de Giorgia Meloni, Fratelli d’Italia, La Liga y Forza Italia, presentaron el fracaso del referendum como un gran triunfo de la derecha.
“Con la afluencia verificada, el referendum, que debía ser un “aviso de desalojo” para el gobierno de Meloni, se transformó en una debacle para la izquierda”, comentó la senadora de “Noi moderati”, Mariastella Gelimini.
El líder de La Liga y vicepresidente del Consejo de Ministros, Matteo Salvini, opositor sobre todo del punto referido a la ciudadanía, había comentado antes del resultado que “la ciudadanía no es un regalo. Pedimos reglas más claras y severas para ser ciudadanos italianos. No es suficiente algunos años más de residencia” y luego calificó como “una idea equivocada” la propuesta del referendum de reducir de 10 a 5 años de residencia de los extranjeros para conseguir la ciudadanía. Y sobre la afluencia a las urnas agregó que se trató “de una enorme derrota para una izquierda que no tiene más ideas ni credibilidad y que no logra mover ni siquiera a los propios electores”.
Para Antonio Tajani, líder de Forza Italia, ministro de Exteriores del gobierno Meloni y también vicepresidente del Consejo de Ministros, “derrotada la izquierda se refuerza el gobierno”. “Ha sido una derrota para la oposición que intentaba asaltar al gobierno con el referendum. Pero las cosas anduvieron mal, el gobierno se ha reforzado, la izquierda se ha debilitado”, dijo en declaraciones a la Rai (Radio y Televisión Italiana).
Fuente: Página12
