Escándalo con licencias médicas en Chile cada vez más cerca de salpicar al propio Boric

La periodista Fiona Bonati, quien es cuñada del presidente chileno, Gabriel Boric, renunció a su cargo en el departamento de comunicaciones del ministerio de Secretaría General del Gobierno, debido a que su nombre figura en la lista de funcionarios que realizaron viajes internacionales, mientras estuvieron de reposo por licencias médicas.

Por estas horas ya hay detalles sobre las faltas que cometió y le costaron la renuncia su cargo, por el cual cobraba cerca de 4000 dólares mensuales. Bonati concretó dos viajes internacionales en 2023, según los registros de la base datos que cruzó la Contraloría, con el fin de detectar las salidas al extranjero hechas por empleados públicos durante los periodos en los que estaban de permiso. Ella forma parte de los 19 funcionarios que presentaron estas irregularidades y prestaban servicios a este organismo, de acuerdo con los reportes de T13.

La filtración de la lista de empleados que habrían estafado al Estado obligó a dimitir a Bonati, luego de trabajar al servicio del ministerio de Secretaría General del Gobierno desde 2020, donde fue contratada durante la gestión de Sebastián Piñera. “He tomado esta decisión con el firme propósito de contribuir a resguardar el buen funcionamiento y prestigio de la institución”, relató en su carta de renuncia.

Bonati, casada con Simón Boric —hermano del mandatario chileno— se excusa y admite que viajó después de obtener una extensión de su permiso postnatal, luego de que su hijo fuese diagnosticado con alergia alimentaria. “La verdad que yo no sabía que con la extensión del postnatal yo no podía salir del país. Esto no fue en dolo. No tenía conocimiento”, recalcó.

Defensa presidencial de un estándar en el piso
Desde La Moneda, el jefe de Estado chileno defiende a su cuñada. Insiste en que la dimisión es “deseable, destacable” e incluso considera “correcto” que, en cualquier caso, independientemente de la relación de parentesco que pueda existir con su figura, se cumplan las mismas condiciones.

Se refiere al inicio de un sumario en contra de la esposa de su hermano y de los demás funcionarios que incurrieron en la irregularidad. Boric también reconoce que Bonati “decidió dar un paso al costado antes del resultado del sumario, porque ella misma dijo que los estándares tenían que ser mayores en el caso de la familia del Presidente”.

Sin embargo, la renuncia de la cuñada de Boric es una zancada de ahogado en el marco de un caso polémico, en el que el Estado gastó 350 millones de dólares, para cubrir las ausencias de 25000 servidores que faltaron a sus labores con permisos sanitarios, sin arriesgar el pago de sus sueldos. Bonati es parte de esa extensa lista que incumplió el único estándar que debe imperar en la estructura estatal: la probidad. Sin el valor que garantiza la honestidad, integridad y rectitud moral y ética, dejar el cargo es lo mínimo.

Contraloría sin tregua 
Para la Contraloría, la cesación es poco frente a los indicios de fraude al fisco cometido no sólo por los funcionarios públicos sino también los médicos que emitieron las licencias. El ente junto a la Fiscalía busca responsables penales y civiles. Si los determina, las sanciones van desde la suspensión, imposición de multas, solicitud del reembolso del dinero recibido por parte del Fondo Nacional de Salud o las Instituciones de Salud Previsional hasta la prisión.

Con las pesquisas en desarrollo, ninguno de los 1102 empleados públicos que presentaron su renuncia en los últimos días está absuelto de los radares institucionales. La fiscal de la zona oriente, Lorena Parra, está dispuesta a revisar los 6592 sumarios abiertos.

Fuente: PanamPost