
El Partido de los Trabajadores del Kurdistán anunció su disolución y el fin de cuatro décadas de conflicto con Turquía
MUNDO



El Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) anunció este lunes su disolución y el fin de su lucha armada contra el Estado turco, una decisión histórica adoptada durante su 12º congreso, celebrado entre el 5 y el 7 de mayo en dos localizaciones diferentes, según informó la agencia prokurda ANF y otros medios vinculados al movimiento.


La resolución responde directamente al llamado de su fundador y líder, Abdullah Öcalan, encarcelado desde 1999, quien en febrero instó a sus militantes a deponer las armas y desmantelar la organización.
“El 12º Congreso del PKK ha decidido disolver la estructura organizativa del PKK y poner fin al método de la lucha armada”, señaló la formación en un comunicado recogido por la agencia kurda Firat.
El texto añade que el proceso será “dirigido y llevado a cabo por el líder APO (Öcalan)” y que “pone fin a todas las actividades llevadas a cabo en nombre del PKK”.
Este paso marca el cierre de un ciclo iniciado en 1984, cuando el PKK tomó las armas con el objetivo de crear un Estado independiente para el pueblo kurdo en el sureste de Turquía.
A lo largo de más de cuatro décadas de insurgencia, el conflicto ha dejado un saldo de más de 40.000 muertos, según cifras oficiales turcas.
Turquía, Estados Unidos y la Unión Europea han catalogado al PKK como una organización terrorista.
La decisión de disolverse no fue espontánea. El pasado 27 de febrero, Öcalan hizo público un llamado desde la prisión de Imrali, donde cumple cadena perpetua desde hace 25 años. En una carta, pidió al PKK que convocara un congreso para oficializar su renuncia a la lucha armada. Pocos días después, la cúpula del partido respondió con la declaración de un alto el fuego unilateral y comenzó los preparativos para la reunión decisiva.
“Estamos decididos a salvar a nuestro país del flagelo del terrorismo”, expresó el sábado el presidente turco Recep Tayyip Erdogan, durante un discurso en el que anticipó que pronto podría haber novedades importantes. “Avanzamos con pasos firmes hacia el objetivo de una Turquía libre de terrorismo”, añadió.
Durante el congreso, según indicó el PKK, participaron delegados que representaban a todas las ramas del movimiento, aunque no se detallaron sus ubicaciones ni los nombres de los asistentes por motivos de seguridad. La organización anunció que las conclusiones finales de las reuniones serán publicadas en su totalidad una vez que se unifiquen los informes de las dos zonas de celebración.
La última vez que se registraron esfuerzos significativos de paz entre el PKK y el gobierno turco fue entre 2013 y 2015, cuando se produjo una tregua que acabó colapsando tras una serie de atentados y operaciones militares. Desde entonces, los enfrentamientos se habían intensificado, particularmente en las regiones montañosas del sureste de Turquía y el norte de Irak, donde el grupo mantenía sus bases.
El fin formal de la estructura armada del PKK genera expectativas sobre la posibilidad de una normalización del conflicto kurdo en Turquía, aunque todavía no hay indicios de una respuesta institucional más allá de las palabras del presidente Erdogan.
No está claro, por ejemplo, si esta disolución abrirá la puerta a un nuevo proceso político con participación kurda o si se traducirá en medidas de reconciliación nacional.
Por el momento, Ankara no ha emitido un comunicado oficial de reacción detallada al anuncio del PKK, aunque medios estatales turcos han reflejado con amplio despliegue la noticia, destacando que se trata de un “triunfo de la política de seguridad nacional” del actual gobierno.
Con esta decisión, el PKK pone fin a una de las insurgencias armadas más largas de Europa y Oriente Medio, cerrando un capítulo marcado por décadas de enfrentamientos, represión y profundas divisiones étnicas.
Resta por ver si este anuncio conllevará un cambio duradero en la política interna turca y en la situación del pueblo kurdo, que representa aproximadamente el 20% de la población de Turquía, estimada en 85 millones de personas.
(Con información de EFE y AFP)
Fuente: Infobae


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