“Welcome to the jungle”, así saludó Manuel Adorni a Karoline Leavitt, la vocera de Trump

Las gestiones de Javier Milei y Donald Trump tienen puntos semejantes. De hecho, en Washington tomaron aspectos del cronograma gubernamental del libertario, al punto de emular el ministerio de Desregulación, que desde Buenos Aires lleva adelante Federico Sturzenegger, mientras que en la nación norteamericana tiene al frente a Elon Musk y a Vivek Ramaswamy. Sin embargo, recientemente llamó la atención otro punto en común importante en ellos y radica en el perfil ideológico de la oposición, así como los medios que se encuentran cuestionando a estos oficialismos.

De la misma manera que Argentina dio un gran vuelco luego de años de oscurantismo kirchnerista, el Partido Demócrata y los medios progresistas han caído a un nivel paupérrimo, digno de cualquier república bananera. En la última campaña presidencial, a Kamala Harris se le escucharon propuestas más socialistas y estatistas de las que llegó a esbozar Cristina Kirchner. Desafortunadamente, muchos medios estadounidenses (incluso algunos históricos) siguieron esta línea izquierdista y woke hasta lo inimaginable.

Por este contexto, al igual que Milei con Adorni, Trump eligió para su secretaría de prensa a una colaboradora de carácter, con un alto perfil y personalidad, que no le tiemble el pulso a la hora de enfrentarse a muchos comunicadores hostiles y de claro perfil opositor.

Karoline Leavitt, a pesar de su impronta y su aparente gran experiencia, es una joven votante republicana. Tiene tan solo 27 años, que no le impiden pararse, frenarle el carro a los viejos lobos acreditados en la Casa Blanca y quedarse con la última palabra.

Su gestión empezó de una manera “revolucionaria” (como ella mismo dijo). En su primera intervención notificó a los periodistas que, a partir de este momento, dado el “descrédito de los medios tradicionales ante la opinión pública”, también participarán de las conferencias de prensa los influencers de las redes sociales y los nuevos bloggers. El anuncio, su justificación y palabras, fue mucho más allá de una “novedad” en materia de formato o protocolo. Trump y Leavitt le “bajaron el precio” a los medios tradicionales, con una jugada audaz que viene a ratificar los nuevos tiempos en materia de comunicación.

Leavitt ya está casada y el año pasado tuvo a su primer hijo. También tiene experiencia política electoral, ya que fue candidata hace dos años para el Congreso, aunque no obtuvo su banca por New Hampshire. Sin embargo, las primarias republicanas las ganó por 10 puntos de diferencia. Se reconoce como católica y conservadora y en su pecho lleva una cruz que la acompaña en todas sus presentaciones públicas.

Luego de una intervención que viralizó en las redes sociales (en la que una periodista le preguntó si todos los deportados tenían antecedentes criminales, a lo que ella respondió de manera afirmativa, argumentando que el ingreso ilegal al país ya constituye delito) su colega argentino le dio la bienvenida “a la jungla”, haciendo alusión al tema “Welcome to the jungle” de la banda estadounidense de rock Guns N’ Roses. Un safari que Manuel Adorni conoce muy bien y sortea con éxito todas las mañanas en la Casa Rosada.

Como toda la platea libertaria esperaba, el vocero de Milei terminó su saludo de bienvenida con el esperado “The end”. ¿Tomará su clásico fin de comunicado en la versión en inglés la vocera de Trump? Veremos…

Fuente: PanamPost