Cada año se casan 12 millones de niñas en todo el mundo. Los avances deben acelerarse significativamente para poner fin a esta práctica en 2030, la meta establecida en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, estima Unicef. En India, y según esta agencia de la ONU, se calcula que cada año se casan al menos 1,5 millones de niñas menores de 18 años. Casi el 16% de las adolescentes de entre 15 y 19 años están casadas en la actualidad, a pesar de la Ley de Restricción del Matrimonio Infantil de 1929. Las cifras del país han ido mejorando, pero aún están entre las más preocupantes del mundo. Las niñas que viven en zonas rurales o proceden de hogares más pobres corren mayor riesgo, advierte la agencia de la ONU, que considera que el matrimonio infantil, además de vulnerar los derechos de la infancia, también repercute de manera negativa en la economía del país. En la imagen, una madre con su hijo en Lakhapur (Estado de Uttar Pradesh), el 5 de agosto de 2024.Marta Teixidó Valls
‘Udaan’ en hindi significa vuelo. También es el nombre de la casa de acogida donde vive actualmente Smita (nombre ficticio), una joven de 22 años que logró evitar que su madre y su padrastro la casaran cuando tenía tan solo 16. La chica recuerda que un día al volver de trabajar, vio a un hombre de 28 años que no conocía, a su madre y a su padrastro sentados en el sofá. Le dijeron que en una semana se casaría con aquel hombre. En ese momento, Smita se dio cuenta de que su vida y sus sueños estaban a punto de cambiar, en especial el de poder ir a la universidad, por lo que se negó. En represalia, su padrastro la sujetó con fuerza, la arrastró hasta el sótano de la casa, la golpeó y la violó. En la imagen, Smita en una calle de Bombay, el 2 de agosto de 2024.Marta Teixidó Valls
La idea de casarse aterrorizaba a Smita. Su única esperanza era Prafullata Vengurlekar, una educadora social de la ONG Sonrisas de Bombay. Smita, su madre y sus dos hermanas habían acudido a esta ONG unos años antes en busca de ayuda debido a la precaria situación económica en la que vivían. De su infancia, recuerda cómo cada mañana, con cinco años, salía a mendigar con sus hermanas pequeñas en brazos. Gracias a Vengurlekar, Smita logró evitar el matrimonio. En la imagen, la joven, que lleva en el cuello su identificación como estudiante de la Facultad de Trabajo Social de la Universidad de Bombay, sostiene la mano de la educadora social, a quien llama su ángel.Marta Teixidó Valls
En Lakhapur, la primera menstruación marca la edad del matrimonio. Es una aldea rural en Uttar Pradesh, el Estado más poblado de India y donde se concentra el mayor número de niñas y mujeres que se casaron en la infancia. En la imagen, Sangita de 13 años, junto a Sonu de 16 años, con quien se casó en julio en esta aldea el 5 de agosto de 2024. No se conocían antes de casarse, ella era de un pueblo a 15 kilómetros de Lakhapur. Ahora su vida se basa en preparar comida y realizar las tareas del hogar para la familia de su marido. Cuando los suegros consideren que esté preparada, irá a trabajar al campo y a las granjas. No recuerda nada de los escasos años que fue a la escuela. “Me casé por la voluntad de mis padres, todas mis amigas también están casadas”, dice con naturalidad.Marta Teixidó Valls
Varias mujeres recogen arroz de las plantaciones en Lakhapur, el 5 de agosto de 2024. Son ‘las intocables’ también conocidas como ‘dalits’, el peldaño más bajo en el sistema de castas —que, a pesar de su prohibición oficial, aún rige en la sociedad india—. “Tienen, desde que nacen, una vida de marginación, exclusión y violaciones de derechos humanos. Una de ellas es el matrimonio infantil”, explica Agustín Pániker, editor y escritor español especializado en cultura de la India. Ser una mujer ‘dalit’ significa trabajar todas las horas del día para conseguir los recursos diarios. Desde la infancia están destinadas a casarse, cuidar del hogar y de sus hijos. No pueden estudiar, no tienen apenas libertades y muchas son maltratadas por sus maridos —las tasas de violencia de género en la aldea son muy altas— de quienes dependen para todo.Marta Teixidó Valls
Rinka, una joven de 19 años que se casó a los 16, está embarazada de su tercer hijo. A su lado, su marido Govinda, también muy joven, en Lakhapur, el 5 de agosto de 2024. En las aldeas de India, el matrimonio infantil también afecta a los niños, que también se ven forzados en algunos casos a casarse antes de los 18 años, atrapados en una tradición que les niega la posibilidad de elegir su propio camino.Marta Teixidó Valls
“Nuestra vida es distinta sin duda y también extremadamente dura. En esta tierra olvidada y abandonada, somos fuertes. Muy fuertes, porque no tenemos otra opción”, puntualiza Amravati, una mujer de 40 años que se casó a los 15. La mujer posa en Lakhapur, el 5 de agosto de 2024.Marta Teixidó Valls
El matrimonio infantil es una forma más de supervivencia para estas mujeres o de controlar el pánico ante una sociedad regida por la inseguridad. Para algunos padres, el matrimonio infantil es visto como una forma de proteger a sus hijas debido al estigma asociado con la sexualidad femenina. Madhu Mehra, abogada feminista y directora de investigación de Partners for Law in Development, afirma que la ley actual, que lo considera ilegal, no cumple ningún papel significativo en la prevención, sino que solo penaliza, criminaliza y castiga en vez de educar a la población y proponer alternativas de desarrollo. En la imagen, Urmila, de 45 años, que se casó a los 12 y tiene tres hijos, en Lakhapur, el 5 de agosto de 2024.Marta Teixidó Valls
Para hacer frente al matrimonio infantil, es necesario un “enfoque multisectorial”, desde la educación y el acceso a ella para erradicarlo, en la opinión de la activista india Shruti Nagvanshi, dedicada a los derechos de las mujeres y los niños. Afirma que faltan al menos 15 años para que en Lakhapur se opongan al matrimonio infantil. En la imagen, Sheela de 22 años, quien se casó a los 15 y tiene dos hijos, posa con los pequeños en Lakhapur, el 5 de agosto de 2024.Marta Teixidó Valls
Arti, Punam y Rekha, jóvenes de 17 años y casadas a los 14 años, bailan durante la celebración de un matrimonio en Lakhapur, el 5 de agosto de 2024. Delante de la casa del novio, realizan un ritual hindú típico para después comenzar la ceremonia: una procesión desde el pueblo de la novia para llevarla a esta aldea, donde vive el hombre, y allí consumar el matrimonio.Marta Teixidó Valls
A pesar de que las cifras de matrimonios infantiles han disminuido globalmente, el progreso ha sido desigual en los lugares más vulnerables y no se está produciendo a un ritmo suficientemente rápido, advierte Unicef: tendría que ser 20 veces mayor para alcanzar la meta de erradicar la práctica en 2030 marcada por los Objetivos de Desarrollo Sostenible. En la imagen, varias personas observan el ritual de casamiento en Lakhapur, el 5 de agosto de 2024.Marta Teixidó Valls
Fuente: El País