El premeditado plan de Petro y Lula para sostener a Maduro en el poder
AMÉRICA LATINAAgencia 24 NoticiasCuando Gustavo Petro y Luiz Inácio Lula da Silva se ofrecieron como mediadores para intentar buscar una solución a la crisis generada tras el fraude electoral del 28 de julio en Venezuela nunca hubo una intención real de ofrecer una salida democrática respetando la voluntad popular y el Estado de derecho en el país. Aunque con un aparente distanciamiento, que no era más que un intento de disimulo para minimizar los cotos políticos internos, los presidentes de Colombia y Brasil solo hicieron lo que siempre han hecho cuando el régimen chavista está en aprietos: ayudarlo a ganar tiempo hasta que consiga el oxígeno necesario que impida su caída. Esta es la hipótesis que comparten el abogado colombiano Bernardo Henao y el internacionalista brasileño Lucas Ribeiro, según lo manifiestan en entrevista con PanAm Post.
“Acá toda la agenda ha sido de respaldo a ese régimen, que si hoy inclusive lo cuestionamos de tiránico por todo lo que ha precedió en el pasado, ahora con la posesión del 10 va a quedar más que evidente que va a ser una posesión totalmente fraudulenta, porque lo de las actas, si bien era la excusa, siempre se conocieron las actas, las actas las publicó la OEA, las actas las tuvo la organización Carter, y María Corina y todas las personas subieron en la red las actas. O sea que allí no hay ninguna duda del triunfo de Edmundo González, pero ellos van a pasar por encima de ese tema y van a ignorarlo por completo”, sostiene Henao con respecto a la posición del gobierno colombiano.
Por su parte, Ribeiro considera que la jugada del gobierno brasileño ha sido la misma. “Hay que entender que Lula nunca ha reconocido a Maduro como dictador, siempre lo ha tratado como mandatario, presidente, líder, no como dictador, nunca lo ha tratado de esa manera, que es lo correcto. Yo pudiera enviar un mensaje a los líderes venezolanos que no crean mucho en Lula. Lula está ahí para hacer ese juego, para apoyar a Maduro, pero buscando tener el menor costo político”.
Petro y Lula, los cómplices de Maduro
Y es que tanto Petro como Lula habían asegurado que no reconocerían la supuesta victoria de Maduro si no se publicaban las actas que permitieran corroborar el resultado de la elección. Sin embargo, ambos decidieron a última hora enviar a sus embajadores en Caracas a la fraudulenta toma de posesión de Maduro sin que el Consejo Nacional Electoral (CNE) o el oficialismo hayan presentado una sola acta.
Mientras Petro y Lula anunciaban este reconocimiento tácito al régimen de Maduro, la persecución y la represión arreciaba en Venezuela sin que hasta el momento haya salido de la Casa de Nariño o el Palacio del Planalto una sola palabra de repudio. La dictadura venezolana no solo ha militarizado casi todo el país sino que además ha empapelado aeropuertos y puestos de control fronterizos con afiches de Edmundo González en los que ofrece una recompensa de 100.000 dólares por su captura, como si se tratara de un peligroso delincuente. Tampoco hay que olvidar que el ministro de Interior y Justicia del chavismo, Diosdado Cabello, ha amenazado con encarcelarlo apenas ponga un pie en territorio venezolano.
¿Qué pasará después del 10 de enero?
Por este motivo, aunque Edmundo González ya inicio en Argentina la prometida gira por la región previo a la juramentación el 10 de enero, Bernardo Henao ve muy distante un escenario en el que el verdadero ganador de la elección logre tomar posesión del cargo. “Creo que si se llega a presentar lo van a detener”. Además, cree que la convocatoria de María Corina Machado a las calles no va a tener un efecto contundente como para frenar la juramentación de Maduro. “Esa posesión se va a dar”, estima.
¿Cómo salir entonces del régimen de Nicolás Maduro? Lucas Ribeiro considera que la oposición venezolana debe poner el foco en la posesión de Donald Trump como presidente de Estados Unidos diez días después. “Para mí, más importante que el 10 de enero es el 20 de enero”. El analista brasileño considera que si la oposición creyó en algún momento en la mediación de Petro y Lula para lograr que Maduro reconociera su derrota no fue por ingenuidad sino porque no tenían otra opción al ser ellos los presidentes de los países vecinos. Sin embargo, asevera que ese escenario cambia a partir del 20 de enero con el regreso de Trump a la Casa Blanca y la designación de Marco Rubio como secretario de Estado, a quien califica como un aliado realmente confiable para la lucha por la liberación de Venezuela
Fuente: PanamPost