Preocupado por mal resultado en las urnas, Lula lleva el populismo al fútbol

Ni la selección de fútbol de Brasil ni el espacio político de Luiz Inácio Lula da Silva están pasando por su mejor momento. Mientras que el equipo no tiene la solvencia de otros tiempos, y se encuentra en una bochornosa cuarta posición en la tabla de las eliminatorias (lejos de Argentina y unos puntos por debajo de Colombia y Uruguay), el Partido de los Trabajadores (PT) tampoco genera entusiasmo. En las últimas elecciones regionales, la izquierda quedó muy por detrás de los espacios de derecha, lo que no permite vislumbrar un futuro auspicioso en las urnas para el mandatario.

Apelando a un populismo cada vez más desesperado, Lula se metió de lleno en una discusión que poco tiene que ver con sus funciones presidenciales. “Los que están fuera no son mejores que los que están aquí”, aseguró en el marco de una entrevista radial esta mañana. ¿A qué se refirió? A los jugadores de la selección nacional que se desempeñan en las ligas más competitivas del mundo, como la de los países europeos. Como pasó con Argentina hace un tiempo, antes de la racha ganadora de Lionel Scaloni, en Brasil algunos consideran pertinente dejar afuera a los futbolistas que juegan en el exterior, para convocar al seleccionado exclusivamente a los que hacen vida en las ligas locales.

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Aunque estamos hablando de algo que tendría que ser considerado solamente una opinión de color por parte de Lula para empatizar con un electorado que comienza a ser esquivo, lo cierto es que Brasil tiene en su historia algunas cosas insólitas con respecto a la política y el fútbol. A principios de la década del sesenta, desde la Presidencia de Jânio da Silva Quadros, ya se había establecido una locura: se nombró a Pelé como “tesoro nacional“, lo que complicó su llegada a Europa en los mejores momentos del astro. Recién como veterano pudo desembarcar en el Cosmos norteamericano en los setenta.

Por lo pronto, y completamente fuera de lugar, Lula reconoció que tuvo una reunión con el titular de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), donde se planteó la posibilidad de excluir a quienes juegan en el exterior. Por ahora no se sabe si la decisión apela a una cuestión futbolística para el armado del equipo o si están pensando algún tipo de restricción formal. Sea como sea, ya tanto la presencia del mandatario en el once titular como meter en un mismo saco a todos los que juegan en el fútbol local como a los que lo hacen en el exterior es una locura, digna de un populismo desesperado.

A los que apuntan con esta eventual medida por el flojo desempeño del equipo son Vinícius, Rodrigo, Militão y Endrick, que hacen carrera en el Real Madrid español y Raphinha en el Barcelona.

Fuente: PanamPost