Miri Eisin, experta en antiterrorismo: "Israel y el mundo deben impedir que Irán obtenga la bomba atómica"

La Coronel (retirada) Miri Eisin, que ocupó años atrás puestos de alto rango en el Servicio de Inteligencia militar, es hoy una destacada investigadora en el Instituto de Política Antiterrorista de la Universidad Reichman en Israel.

El Debate la entrevista para que nos informe sobre la nueva etapa en la que ha entrado Israel respecto a su guerra contra Hezbolá como contra el reciente ataque de Irán y lo que Israel puede hacer. Este es un resumen del diálogo mantenido.

–Sin olvidar ni por un momento los numerosos problemas que aún hay que resolver ¿diría que Israel está en camino a la victoria?

–Sinceramente, yo siempre consideré que estábamos en camino a la victoria. Sé que puede sonar simplemente como expresión patriótica, pero no es así. No tenía dudas al respecto tampoco el 7 de octubre en medio de todo lo que vivimos. La gran pregunta desde el comienzo-recordemos que Hezbolá comenzó a disparar hacia Israel el 8 de octubre- era cuándo Israel comenzaría a ocuparse de Hezbolá. Y lo está haciendo. Pero aún no es la victoria.

– ¿Qué es lo que permitirá que Israel diga «derrotamos a Hezbolá» como organización terrorista?

–Sabemos que ni Hezbolá ni Hamás desaparecerán. Lo que hacemos es dañar muy seriamente su capacidad física terrorista. Para mí, lograr eso es alcanzar la victoria. Y para mí, el que nosotros seguimos adelante es victoria. Y debemos poder llegar a acuerdos siendo la parte fuerte. Creo que podremos decir que vencimos a Hezbolá cuando lleguemos a un acuerdo en el que desde un punto de vista israelí esté claro que estamos mejor que el 7 de octubre. Eso, aunque está claro que los otros dirán que ganaron.

–¿Qué significa eso en términos prácticos?

–Que no haya fuerzas de la unidad Radwan de Hezbolá con todos sus recursos terroristas al sur del río Litani o inclusive del río Awali que está más al norte. No quiere decir que ya no tengan ninguna capacidad militar sino que no podrán estar cerca de nuestra frontera y que en las zonas cercanas a Israel estén solamente el Ejército del Líbano o los Cascos Azules de la Finul aunque ellos no son gran cosa, eso lo sabemos.

–Hezbolá no era una mera pieza en el eje encabezado por Irán sino que ocupa un lugar muy central. ¿Eso significa que si se le logra doblegar se estará rompiendo a lo que Israel llama el «eje del mal»?

–Lo que estamos haciendo en las últimas semanas es importantísimo pero no rompe a ese eje. Para eso necesitamos al mundo. Y aquí tenemos un gran desafío porque el mundo occidental no nos respalda plenamente en este esfuerzo. Y si seguimos avanzando con esto y logramos finalmente llegar a un acuerdo con Líbano en el que haya un papel de Francia, que tiene vínculos especiales con Líbano, habiendo conseguido nosotros destruir gran parte de la capacidad de Hezbolá en el sur libanés, será posible ocuparnos más efectivamente de todo el eje del mal.

– O sea que parte del problema es que el mundo no se anima a enfrentarse realmente a Irán…

–Así es, Irán disuade al mundo y eso es terrible. Así que al menos debemos destruir todo lo que podamos de la capacidad militar que Irán dio a Hezbolá, para que el mundo se dedica a frenar a Irán antes de que se convierta en una potencia nuclear. Es que pensar siquiera en esa amenaza es terrible. Si Irán se convierte en un país con poderío atómico y lo tiene la próxima vez que Hamás o Hezbolá o algún otro proxy ataque a Israel, pues Israel no podrá hacer lo que está haciendo en las últimas semanas contra Hezbolá. Precisamos que todos estén con nosotros para frenar esa amenaza.

–El martes 1 de octubre Irán lanzó casi 190 misiles balísticos contra Israel. ¿Eso cambia en algo su evaluación del camino hacia la victoria por el que iba transitando Israel?

–Creo que el ataque iraní coloca sobre la mesa que el padrino de todo lo que está pasando en la región es Irán, que no se puede decir que actúan sólo los proxies, sus enviados. Irán atacó en forma directa y lo presentó como algo legítimo. También actuaron así en el ataque anterior en la noche entre el 13 y 14 de abril. Pero además, esta vez usaron sólo misiles balísticos que llegan a Israel en 8 a 12 minutos, o sea que hay poco tiempo de advertencia. No es casualidad que en Israel eso se haya percibido como algo mucho más fuerte, como una escalada respecto al ataque anterior. Y por lo tanto, considero que Israel debe responder.

–¿Hay algo que considera que puede hacer para que e llamado «eje del mal» baje de los árboles altos a los que ha trepado? ¿O sólo la destrucción de Israel les dejará satisfechos?

–Es una gran pregunta. Me la estoy haciendo todo el tiempo en los últimos días. Quiero ante todo que los países del mundo reconozcan que estamos lidiando con el eje del mal, que también ellos llamen al liderazgo iraní a actuar de otra forma. No es contra el Islam, es contra una línea que llama a destruir a Estados Unidos e Israel. Realmente me pregunto dónde está el mundo. No tengo palabras buenas para decir al respecto. Pero mientras el mundo no comprende, Israel seguirá defendiéndose . Y me parece realmente lamentable que Israel sea el único que actúa y hace algo al respecto.

–Israel ha dejado claro que responderá. ¿Cuáles son las opciones?

–Se puede hacer algo similar a lo que hicimos contra los hutíes en Yemen, volar hasta allí y bombardear. Nos entrenamos en esas distancias, lo hemos hecho, y la pregunta es dónde atacar. Puede ser pozos de petróleo, puertos, para perjudicar los ingresos del régimen iraní, no al pueblo de Irán, ya que sus ingresos están destinados a los proxis para el terrorismo.

También hay una opción de atacar blancos que son símbolos del poder del régimen islámico, como el palacio presidencial. O se puede hacer algo más silencioso, dentro de Irán. De todos modos yo imagino a Israel atacando en Irán, quizás en Siria, contra altas figuras de las Guardias Revolucionarias que están muy relacionadas a todo este tema, o contra sus instalaciones. Y de la fuerza Al Quds. O instalaciones que protegen a blancos del programa nuclear, o esos blancos mismos. Puede ser secreto o abierto. Son varias las opciones sobre la mesa.

–¿Es clave que haya una coalición contra Irán, que Israel no actúe solo?

–Ojalá se esté creando esa coalición. Lamentablemente pueden en el momento reaccionar fuerte después del ataque, con palabras, pero luego vuelven al mundo de la diplomacia que busca un término medio y un acuerdo. Pero sabemos que con Irán eso es un gran problema. Lo central es impedir que Irán se convierta en una potencia nuclear. Y cada uno debe pensar qué pasaría ahora si Irán fuera ahora ya un país atómico.

Si ataca a Israel e Israel no puede devolver e Irán llama a todas sus proxies a atacarnos e Israel queda paralizado sin poder defenderse, sería un desastre. Todos ven cómo el mundo no puede ayudar a enfrentar a una Rusia nuclear, y cómo Corea del Norte hace lo que se le antoja en Corea del Sur y Taiwán, porque tiene poderío nuclear. Así que Israel y el mundo deben lograr un acuerdo que impida que la república islámica tenga la bomba atómica.

*Para El Debate