Al final, era mentira del kirchnerismo la retórica sobre la dictadura y los 70

Es probable que un sector de la sociedad argentina se haya tragado la retórica kirchnerista sobre lo que ocurrió en la década de los setenta. Es decir, que el 24 de marzo de 1976, un golpe cívico-militar, en sociedad con la iglesia católica, tomó el poder por la fuerza para instaurar una dictadura con dos finalidades: cometer un “genocidio” que se cobró la vida de 30.000 “luchadores sociales” e implementar un plan económico “neoliberal”.

Sin embargo, toda esta narrativa no fue más que el marketing que utilizaron para vender la farsa del peronismo de izquierda, en el marco de la época del socialismo del siglo XXI. Claro que la versión progre en Argentina ya no despierta demasiados adeptos y por eso el justicialismo se encuentra en un complicado aprieto.

Fue el infame senador José Mayans el que comenzó a dar la página de esta historia, dejando en evidencia que el discurso izquierdista no fue más que la moda de un momento. En el marco de una entrevista radial, aseguró que su pensamiento ideológico no es muy distinto al de Victoria Villarruel, con la que aseguró tener puntos de acuerdo.

Para Mayans, la vicepresidente de Javier Milei, por momentos, muestra más puntos de conexión con el mismo peronismo que con el mandatario libertario. El senador dijo que, al igual que ellos, Villarruel es “nacionalista” y cree en el rol del Estado.

El tema es que era la misma Villarruel la persona que el kirchnerismo identificaba como su mayor antítesis. La defensa de los derechos de las víctimas de las organizaciones guerrilleras hicieron que toda la izquierda y el peronismo kirchnerista la asocien ideológicamente de manera directa a la última dictadura militar, tildándola de “negacionista”. La actual vicepresidente personificaba para todo el kirchnerismo como el punto más lejano y el enemigo más visible a todo lo que ellos supuestamente decían representar.

En el marco de un pésimo momento en las encuestas, y a un año de tener que volver a las urnas con todo en contra, el peronismo sale a hacer política y deja archivado el discurso políticamente correcto. Como el “neoliberalismo menemista” quedó para el recuerdo, la retórica que hablaba despropósitos sobre lo que ocurrió en la década de los 70 también pasó de moda. Ahora, Mayans le “tira centros” a Villarruel apostando a un quiebre en el oficialismo, para recuperar un poder que le quitaron y no le devolverán en el corto plazo las urnas.

A la que evidentemente no le gusta mucho la idea, ya que no tiene ninguna intención de jubilarse, fue a Cristina Fernández de Kirchner. Luego de las declaraciones de Mayans, que se sumaron a las de Guillermo Moreno (exsecretario de Comercio), CFK consideró que su espacio político puede estar yendo en otra dirección, donde ella puede no tener demasiada cabida. Desde sus redes sociales, la exmandataria pidió “pericia psiquiátrica” para los peronistas que buscan una aliada en la actual vicepresidente.

Fuente: PanamPost