Pablo Iglesias se lamenta por el retroceso de la izquierda y pide dibujos animados comunistas

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El izquierdista español Pablo Iglesias lamenta el retroceso hegemónico del socialismo en el mundo. Este escenario, que a su juicio es deplorable, obedece a una respuesta que creyó encontrar para justificar la caída: la derecha gramsciana, a la que envidia metodológicamente. 

En el marco de una entrevista televisiva, el fundador de Podemos (partido que sufrió en carne propia el paso de moda de la cultura socialista) aseguró que sus rivales ideológicos entendieron mejor que las toldas políticas de izquierda las lecciones del comunista Antonio Gramsci. Es decir, valorar la importancia de la lucha cultural, que podría ser más importante que la misma lucha armada.

Para Iglesias, “la derecha” ha sido más hábil a la hora de diversificar los escenarios para el discurso, por lo que se estaría imponiendo en el marco de la batalla cultural. Para él, esto va desde las opiniones de Donald Trump hasta las críticas de espectáculos como el de la apertura de los últimos Juegos Olímpicos en Francia. Según el referente socialista, estos discursos le sirven de energía al espacio de la derecha para fortalecerse ante la opinión pública del mundo.

Para revertir la situación, Iglesias pide generar contenidos que no estén directamente ligados a la cuestión electoral, que vayan desde medios de comunicación hasta, inclusive, dibujos animados. “Hacen falta programas informativos, pero también de entretenimiento que transmitan otro tipo de valores”, aseguró.

Es probable que en la actualidad la respuesta al mainstream cultural comience a emparejar la discusión política, pero lo cierto es que, hasta no hace muchos años, casi todo el aparato de entretenimiento tenía los valores de izquierda y colectivistas que Iglesias pide. Durante la década del noventa, tras la caída del Muro de Berlín, en el marco de reformas de corte aperturista en el mundo, la cultura fue hegemónicamente izquierdista, lo que explicó en muchos países el caldo de cultivo ideal para la consolidación del denominado “socialismo del siglo XXI” en América Latina.

El actor nuevo en el escenario actual es el de las redes sociales y el de la creación de contenidos de forma autónoma e independiente. Ya no hacen falta grandes sumas de dinero para emprender una producción, ni un canal o una radio que avalen un proyecto. Hay una democracia instantánea de gente que elige lo que quiere ver de otras personas que ponen a disposición del mundo por bajo costo.

Ahora, en este contexto novedoso, lo que termina siendo elegido y fomentado es lo que el sentido común de la audiencia prefiere. Aunque la izquierda siempre arremetió contra las empresas capitalistas, lo cierto es que los canales de televisión y las grandes productoras, estuvieron pendiente de los beneficios gubernamentales y los grandes lobbies, que no siempre van de la mano de los valores “capitalistas”.

En esta discusión actual, las preferencias de las personas de a pie marcan el pulso. Lo más probable es que esto termine traduciéndose en contenidos y discursos que poco y nada tengan que ver con las banderas de la izquierda. Por eso, personajes como Cristina Kirchner o Nicolás Maduro se muestran tan nerviosos con las redes sociales.

Por lo pronto, es auspicioso que la izquierda reconozca que perdió terreno en la batalla cultural y que en la discusión pública, en todos los escenarios, se ponga en tela de juicio (a veces sin anestesia) las vacas sagradas históricas del pensamiento políticamente correcto.

Fuente: PanamPost

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