Boric gasta casi 60.000 dólares en película que romantiza el estallido en Chile

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Chile no es el mismo después de la delincuencia y violencia del estallido social de 2019.  Sin embargo, el gobierno del presidente de la nación, Gabriel Boric, financió una película que reivindica las fatídicas jornadas de protestas con una producción basada en videos y memes virales.

“El que baila pasa” es el título de la cinta audiovisual con aire militante que romantiza las manifestaciones que dejaron millonarios daños al Metro de Santiago, considerando que el estallido costó 255 millones de dólares. De la cifra mencionada anteriormente, 214 millones se destinaron a la reconstitución y reparación de la infraestructura, equipamientos y sistemas dañados. Mientras tanto, 41 millones se usaron para la recuperación de los trenes.

Aunque el mandatario entregó 55 millones de pesos para producir la película del estallido, equivalentes a 58000 dólares, “la propia pantalla es como un celular y su estética es la de Tik Tok”, divulga ExAnte. De acuerdo con el medio, la improvisación y lo absurdo se conjugan con frases que relatan la historia de un muerto encarnado en un conserje de un edificio. “El libreto tiene un tono antipoético que no funciona demasiado, más allá de ciertos chistes de rigor”.

La película está hecha a la medida de la izquierda. La cinta esquiva el impacto de la violencia durante las protestas de 2019. Al mandatario no le importó el contenido trivial. De hecho, el film se proyecta en la Cineteca Nacional del Centro Cultural La Moneda, ubicado en el subterráneo del Palacio de Gobierno. El tráiler habla por sí solo.

Incluso, la productora María Paz González insiste que “no promueve ideologías, ni hace apología a la violencia”. Asimismo, destaca que el Consejo de Calificación Cinematográfica la calificó para Todo Espectador, sugiriéndola a partir de los siete años de edad. Sí, niños también pueden verla.

“Regaloneo” presidencial
La asignación de fondos públicos al sector cultural, como ocurrió con la reciente financiación de la película sobre el estallido social, es vista por algunos como parte del “regaloneo” del presidente hacia esa área, buscando así mitigar las críticas hacia su gestión. Esta estrategia sigue a la entrega de un bono de 450.000 pesos a 30000 trabajadores hace dos años.

De hecho, en enero el presidente hizo un “mea culpa” en el salón Montt Varas de La Moneda ante un grupo de actores y actrices. La reunión se produjo tras las críticas de figuras destacadas del teatro austral, quienes cuestionaron la “falta de ayuda” del gobierno hacia el sector cultural.
Al mandatario seguramente le espantó que Amparo Noguera vociferara que “este era el gobierno donde la cultura debería haber, digamos, florecido. Si no florecía con Boric, no sé con quién iba a florecer. Y no floreció. No tengo idea cuáles son las razones, pero no ocurrió”.

En esa misma dirección, este año,  Francisco Melo publicó que “a nivel cultural, sin duda que (el gobierno) está completamente al debe con las promesas planteadas en campaña”. De la misma forma, Luis Gnecco confesó estar “absolutamente” decepcionado de la actual administración.

Estrategia presidencial
El tono bajó después de la cita de la cual trascendió una fotografía donde aparece la ministra de las Culturas, y también actriz, Carolina Arredondo, junto a subsecretarias, alcaldes y la directora ejecutiva de Teatro a Mil, Carmen Romero. Sobre todo después de anunciar ayudas en su cuenta pública de 2024.

Sin embargo, en el gremio hay quienes están en el otro lado de la acera, es decir, el correcto. Comprenden que las instituciones que las producciones artísticas deben funcionar con financiamiento privado, como ocurre en el resto de los sectores que componen una economía sana. De nada sirve la etiqueta de “cine independiente” cuando “independiente” implica el respaldo del Estado.

“Si no hay colegios, que se va a estar pidiendo plata para el teatro, es un despropósito”, pero “a los colegas les ha dado por llorar”, declaró recientemente el actor Jaime Vadell a Futuro.

¿Por qué el Estado va a mantener a los actores si el Estado no es capaz ni de mantener a los profesores? Se preguntó y respondió de inmediato “esos huevones sí que son importantes”. ¿Lo sabrá Boric?

Distinto a Milei
Los pasos del presidente chileno  con respecto al financiamiento de la película del estallido contrastan con las andanzas firmes de su par argentino, Javier Milei, quien decidió acabar con la paradoja del progresismo que habla de una supuesta defensa de los pobres, pero pide financiamiento para “iniciativas culturales” con el fin de garantizar un “arte” aliado, a través del subsidio.

Milei tiene claro que cualquier manifestación artística debe distinguirse por su contenido contestatario, rebelde e incluso reflexivo sobre el poder de turno. Sin ello, las producciones son cómodas para quien factura y para quien paga.

Cuando la tendencia es esa, los artistas ya no responden al público e impiden la diversificación y los matices ante las complacencias con el Estado. Además, tampoco representan ningún aporte positivo más allá de los privilegios que reciben quienes están detrás de las propuestas.

Fuente: PanamPost

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