¿Pactó Boric competencia desleal con China para importar acero?

La comercialización en Chile de acero importado desde China con hasta 40 % de descuento en comparación con la oferta nacional, que ocasionó hace dos meses la quiebra de Huachipato, la principal siderúrgica austral, es muy probablemente consecuencia de un pacto estratégico entre el presidente Gabriel Boric y el líder del gigante asiático, Xi Jinping.

La comparecencia del embajador de China en Santiago, Niu Qingbao, en el Congreso dejó entrever durante la discusión de la entrada en vigencia del aumento de sobretasas al acero importado desde Pekín, que ambos mandatarios acordaron el negocio con precios favorables para la industria china.

En su declaración publicada por ExAnte, Qingbao subrayó que el aumento de los aranceles, vigente hasta septiembre, a un 24,9% para las barras de acero destinadas a la fabricación de bolas convencionales para molienda y a un 33,5% para las importaciones de estos mismos productos, no solo es improcedente sino que además pone en peligro la relación bilateral.

Asegura que la medida “contraviene el consenso alcanzado en la reunión entre ambos jefes de Estado el año pasado”. ¿Cuál consenso? evitó precisar pero advirtió que las acusaciones de competencia desleal, conocida como dumping, incomodan a China.

Advertencia sin filtro
El embajador de China en Chile niega cualquier responsabilidad en la inestabilidad de las operaciones de Huachipato, filial de la Compañía del Acero del Pacífico (CAP), ubicada en la ciudad portuaria de Talcahuano, 500 kilómetros al sur de Santiago de Chile, cuya plantilla, de al menos 20000 empleados, entre directos e indirectos, busca reponerse de la pérdida un millón de dólares diarios desde 2023.

Aunque un informe de la Comisión Antidistorsiones del ministerio de Economía chileno Chile arroja “evidencia suficiente para sostener la existencia de dumping”, por parte de China en el mercado local, el diplomático recalca que “los productos de acero exportados por China no se venden a precios por debajo del valor normal ni han causado daños, amenazas u obstáculos sustanciales a la industria siderúrgica chilena, lo que no establece una relación causal con el comportamiento de dumping”.

Nada ni nadie lo desencaja de su versión. Incluso, cree “culpar a China por los problemas internos de algunas empresas chilenas carece de fundamentos fácticos y no contribuye a resolver sus desafíos internos”.

Boric está mudo. Desde La Moneda aún no se emite ninguna respuesta sobre el relato de Qingbao en el Congreso pese al embajador sostener que las compañías chilenas enfrentan algunas “dificultades o desafíos” que las conllevan a pérdidas operativas debido a “la obsolescencia tecnológica y a una gestión deficiente, lo que ha provocado la pérdida de ventajas competitivas desde hace varios años”.

El presidente de la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC), Ricardo Mewes, sí levantó ya la voz. Pide a la Cancillería actuar para evitar un riesgo en la balanza comercial.

Advertencia sin filtro
La continuidad de la disposición contra las empresas chinas que importan acero a Chile, “sería perjudicial para el desarrollo de ambos países y no sería beneficioso para desempeñar aún más la potencial relación comercial económica entre China y Chile”, advierte el embajador sin ningún filtro.

China presiona. Apela al reconocimiento del país como una economía de mercado e incluso, alega que la nación cumple con las reglas de la Organización Mundial de Comercio (OMC). No tiene otro camino cuando intenta expandir el negocio del acero y del litio en Latinoamérica.

Esta vez, califica de “proteccionismo comercial” la medida que impulsó el ministro de economía del gobierno de Boric, Nicolás Grau, pero manifestó que el régimen de Xi está en contra.

Su posición está alineada a los intereses geopolíticos de Xi Jinping, quien desestima decretar una baja en la producción de acero cuando pasó de producir el 15% del acero del mundo en el año 2000 al 54% en 2023. Ni siquiera las 66 resoluciones antidumping vigentes a desde hace dos años en la región de las cuales, 43 son contra China, frenan su escalada.

Fuente: PanamPost