Como la izquierda española, El País toca fondo y se convierte en un panfleto poco serio

Hasta hace un tiempo, los medios tradicionales alrededor del mundo eran de calidad, más allá de la perspectiva ideológica que tuvieran. Contaban con buenas plumas, interesantes informes y gozaban de cierto prestigio, ya que, además del color político, se cuidaba la calidad periodística. Sin embargo, todo esto se acabó. Sobre todo con los periódicos de centroizquierda.

Argentina ha marcado el pulso de una decadencia que, hasta hace un tiempo, era inimaginable para países como España. Los que viajábamos a la “madre patria” durante el kirchnerismo, corroborábamos en cada experiencia la diferencia abismal entre ambos países. Pero con el último gobierno que formó Pedro Sánchez cambiaron muchas cosas para mal. Mientras que a la Casa Rosada llegó un libertario que comenzó a poner racionalidad a la economía argentina, en la Moncloa se consolidó un fascismo berreta, digno de una republiqueta bananera.

Pero la debacle superó el ámbito de la política y llegó también a los medios. El diario El País, que hasta hace un tiempo contaba con su prestigio como uno de los grandes y tradicionales medios españoles, tocó fondo. Rifó todo con un tuit tan patético y una noticia mal intencionada, que ya nada tiene que envidiarle al Página/12 argentino. Incluso, puede que haya llegado más lejos en el nivel de bochorno.

En el marco de una presentación teórica de economía en Stansford, Javier Milei hizo referencia a la cuestión de las externalidades y la circularidad con respecto a la resolución de problemas en el marco del equilibrio general. En este sentido, nuevamente, haciendo referencia a un marco conceptual y a las externalidades de consumo y los supuestos fallos de mercado, la gente, en determinada circunstancia, actuaría para no morirse de hambre. Lo que es absolutamente lógico.

¿Qué hizo El País con el segmento? Lo mezcló con una declaración del mandatario antes de irse de Argentina, donde le respondió a un crítico que, si la situación gravísima que ellos describen fuera cierta, la gente se estaría muriendo en la calle. Subieron a las redes sociales la frase sin contexto y en el artículo hicieron referencia al segmento de la presentación de economía. ¿El título? “Milei defiende en California que el Estado no debe hacer nada ante una muerte por hambre“.

En el interior del artículo directamente se cruzan todos los límites y se apela a la burda y explícita mentira. Los españoles que lean la nota en sus ediciones impresas (además de todo el público alrededor del mundo en la versión digital) recibirán la información que, en Argentina, el gobierno apela a “la negativa” de enviar alimento a los comedores populares. Además, se hace referencia a un “aumento de la pobreza”, que se relaciona con las supuestas políticas que Milei está implementando en el país.

Claro que la realidad es bien distinta. La justicia está auditando todos los comedores que recibían recursos del Estado y se descubrió que el kirchnerismo estaba “colaborando” con entidades ficticias. Uno de los dirigentes piqueteros más importantes del país y líder del “Polo Obrero” ya fue embargado y procesado. Es que, las entregas que tenían que ir a los más necesitados, en muchos casos eran cooptados por dirigentes políticos que las utilizaban como propias. También, la prensa hizo referencia a un supuesto stock que se mantiene en calidad de emergencia, pero lo que no dicen es que, por ejemplo, el ministerio de Capital Humano se encontró con que la gestión anterior había gastado fortunas en la compra de yerba. Convengamos que el mate, aunque es una tradición argentina, no se trata del alimento más nutritivo, sino de una infusión.

¿Cuál es el sentido de mentir de esta manera y atentar contra la credibilidad de un medio? Es evidente que la desesperación es mala consejera.

Fuente: PanamPost