El régimen de Irán descartó reanudar las negociaciones nucleares con EEUU: “Actualmente no existe ninguna posibilidad”

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El régimen de Irán volvió a rechazar una posible reanudación de las negociaciones nucleares con Estados Unidos. Las autoridades persas insisten en que “la falta de una actitud positiva” por parte de Washington y la persistencia de sanciones hacen inviable cualquier diálogo.

El ministro de Exteriores iraní, Abbas Araqchi, declaró ante la prensa que “actualmente no existe ninguna posibilidad de negociaciones con Estados Unidos. No vemos ninguna actitud positiva o constructiva por parte de Washington”, según informó la agencia Mehr. Esta postura se produce en un contexto de presión internacional, con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) exigiendo a Teherán una cooperación más amplia para evitar un agravamiento de las tensiones globales.

La posición oficial de Irán, expresada por Araqchi y respaldada por el portavoz del Ministerio de Exteriores, Ismail Baghaei, descarta cualquier acercamiento mientras persistan las condiciones actuales. Baghaei reconoció que existen intercambios de mensajes indirectos con Estados Unidos a través de intermediarios, pero subrayó que no hay planes para reanudar las negociaciones nucleares. Las autoridades iraníes consideran inaceptables las exigencias estadounidenses, que incluyen el abandono del enriquecimiento de uranio y la limitación del programa de misiles, condiciones que Teherán ha rechazado de manera reiterada.

Araqchi puntualizó que solo contemplarían un diálogo si Washington muestra disposición a negociar en condiciones de igualdad y con un acuerdo que beneficie a ambas partes.

Por parte estadounidense, el presidente Donald Trump manifestó días atrás estar “abierto” a levantar las sanciones impuestas a Irán, aunque matizó que Teherán ha solicitado esta medida debido a la severidad de las restricciones. “Irán ha recibido sanciones muy severas por parte de Estados Unidos y eso les dificulta mucho hacer lo que les gustaría hacer”, declaró el líder republicano.

Asimismo, reiteró su disposición a escuchar a las autoridades iraníes, pero insistió en que la situación actual responde a la preocupación internacional por la posible capacidad de Teherán para fabricar armas nucleares. Trump también vinculó la situación iraní con la seguridad regional, al señalar que la presión sobre la República Islámica ha reducido su influencia en Medio Oriente y ha facilitado la adhesión de otros países a los Acuerdos de Abraham.

Por su parte, el OIEA ha intensificado sus demandas para que Irán permita inspecciones plenas en instalaciones nucleares clave como Fordow, Natanz e Isfahán, cuyo acceso ha sido restringido tras los bombardeos sufridos en junio por parte de Estados Unidos e Israel. Rafael Grossi, director del OIEA, declaró al Financial Times que la cooperación de Teherán con los inspectores de la agencia debe “mejorar seriamente” para evitar un aumento de las tensiones con Occidente. Grossi advirtió que, aunque el organismo ha realizado varias inspecciones desde el inicio de las hostilidades, la negativa del régimen persa a permitir el acceso total podría llevar a una pérdida de visibilidad sobre el material nuclear iraní. “No se puede decir: ‘Me mantengo dentro del tratado de no proliferación de armas nucleares’, y luego no cumplir con las obligaciones”.

La respuesta iraní a estas advertencias fue inmediata. Baghaei, portavoz del Ministerio de Exteriores, sostuvo que Grossi “era plenamente consciente de la naturaleza pacífica” del programa nuclear iraní y criticó que el director del OIEA expresara “opiniones infundadas”. Representantes de Teherán acusaron al organismo internacional de contribuir a justificar los bombardeos israelíes, que se produjeron tras la votación de la junta del OIEA para declarar a Irán en violación de sus obligaciones bajo el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP).

Desde la salida de Estados Unidos del acuerdo nuclear de 2015 (JCPOA), Irán ha restringido progresivamente la cooperación ampliada con el OIEA, limitando el monitoreo internacional a lo pactado en el acuerdo de salvaguardias básico. Además, en diciembre de 2020, el Parlamento iraní aprobó la Ley de Acción Estratégica para Levantar las Sanciones, que restringe aún más la cooperación con el organismo internacional si las represalias no cesan.

El contexto internacional se ha visto marcado por la restauración de sanciones de la ONU impulsada por Francia, Alemania y Reino Unido (E3), que entraron en vigor a finales de septiembre y se sumaron a las medidas punitivas estadounidenses vigentes desde la retirada de Washington del acuerdo nuclear en 2018. El régimen de Irán considera que estas sanciones, junto con las exigencias de Estados Unidos, constituyen un obstáculo insalvable para cualquier avance diplomático.

Los antecedentes inmediatos de esta crisis incluyen cinco rondas de negociaciones indirectas entre Teherán y Washington, con Omán como intermediario, celebradas entre abril y junio. Estas conversaciones se interrumpieron tras una guerra de 12 días, durante la cual instalaciones nucleares iraníes fueron atacadas por Estados Unidos e Israel. Teherán acusó entonces a Washington de “traicionar la diplomacia”.

En este escenario, la continuidad de las restricciones y la falta de avances en la cooperación internacional podrían derivar en la adopción de nuevas medidas punitivas por parte del Consejo de Seguridad de la ONU.

Fuente: Infobae

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