El jefe del Pentágono ofreció tecnología militar a los aliados del Sudeste Asiático para frenar las acciones “agresivas” de China

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El secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, realizó duras críticas a Beijing este sábado en relación con lo que calificó como un aumento en las “acciones desestabilizadoras” en el mar de China Meridional, manifestando además el compromiso estadounidense de fortalecer la cooperación tecnológica con los países del Sudeste Asiático para enfrentar las amenazas chinas.

 
Durante su segunda jornada de actividades en Kuala Lumpur, en la que llevó a cabo reuniones multilaterales junto a autoridades de Australia, Japón y Filipinas, Hegseth presentó ante los ministros de Defensa de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) una propuesta para desarrollar un sistema compartido de vigilancia marítima, al tiempo que denunció el comportamiento de China sobre la soberanía territorial regional.

 
Según declaraciones recogidas por diversos medios, Hegseth enfatizó que las amenazas provocadas por la “agresión y el curso de las acciones de China en el mar de China Meridional y en otros lugares” son una preocupación compartida. Propuso reforzar la capacidad de respuesta conjunta mediante monitorización y herramientas tecnológicas que permitan actuar de manera rápida y coordinada ante situaciones de tensión, asegurando que los países afectados “no estén solos ante la agresión y la provocación”.

 
“Nadie puede innovar y escalar como Estados Unidos de América, y estamos deseosos de compartir esas capacidades con aliados y socios”, sostuvo Hegseth frente a sus interlocutores.

 
Las afirmaciones del secretario de Defensa de EEUU se produjeron después de una patrulla conjunta en la zona disputada, realizada por fuerzas armadas de Australia, Nueva Zelanda, Filipinas y Estados Unidos. Según medios chinos, un portavoz militar de ese país calificó este operativo de simulacro como una maniobra que “socavó gravemente la paz y la estabilidad” en la región.

 
China reivindica la soberanía sobre casi todo el mar de China Meridional apoyada en una demarcación propia que se superpone a áreas de las zonas económicas exclusivas reconocidas internacionalmente de Brunéi, Indonesia, Malasia, Filipinas y Vietnam. El régimen chino ha desplegado una flota de guardacostas a cientos de kilómetros de su territorio continental, involucrándose en incidentes recurrentes con buques filipinos y siendo señalada por interrumpir actividades energéticas de Malasia y Vietnam. Beijing ha negado las acusaciones de conducta agresiva y sostiene que sus guardacostas actúan de forma profesional.

El viernes previo, el ministro de Defensa chino, Dong Jun, instó durante una intervención a que China y la ASEAN “aunaran fuerzas orientales” para salvaguardar la paz regional, siguiendo de esta manera su tradicional llamado al diálogo multilateral en cuestiones de seguridad marítima.

Por otro lado, la visita de Hegseth al Sudeste Asiático se realizó en un contexto internacional marcado por el anuncio del presidente estadounidense, Donald Trump, quien comunicó en redes sociales que solicitó al ejército “comenzar a probar las armas nucleares” tras una pausa de 33 años. Según lo recogido por la prensa, Trump no especificó si se refería a pruebas con explosivos nucleares reales o a ensayos de vuelo de misiles con capacidad nuclear. Consultado al respecto, Hegseth indicó que el Departamento de Defensa ofrecería precisiones posteriormente, agregando: “Contamos con importantes capacidades nucleares, y probarlas es sólo prudente”.

Durante su intervención en el foro ministerial de Defensa, Hegseth defendió el perfil pacífico de la política exterior estadounidense y el objetivo de construir un ejército “sin parangón en el poder global”, subrayando además el compromiso de Washington con los aliados regionales del Indo-Pacífico. Enfatizó la importancia de mantener el diálogo abierto con las autoridades chinas, pero advirtió sobre la necesidad de supervisar atentamente las acciones chinas para evitar intentos de dominación regional.

Paralelamente, en Corea del Sur, el presidente Lee Jae Myung solicitó de manera explícita al presidente chino Xi Jinping que intensificara los esfuerzos para persuadir a Corea del Norte de retomar el diálogo, durante un encuentro bilateral celebrado tras la cumbre anual de líderes en Gyeongju. Medios oficiales chinos informaron que Xi abogó porque Seúl y Beijing trabajen juntos en la práctica del multilateralismo y consolidar la cooperación económica. No obstante, según el director de seguridad nacional de Corea del Sur, Wi Sung-lac, durante la reunión Lee detalló su estrategia de desnuclearización y requirió un “rol constructivo” de China.

Según Wi Sung-lac, Xi respondió que “continuará sus esfuerzos para ayudar a resolver los asuntos de la península coreana y promover la paz y estabilidad”. La reacción oficial norcoreana no tardó en llegar: el viceministro de Exteriores, Pak Myong Ho, criticó a Corea del Sur por su “ensoñación” sobre la desnuclearización de Corea del Norte.

CON INFORMACION DE INFOBAE.

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