El PP acepta repartir menores ilegales por España y Vox abandona los gobiernos de coalición

Más allá de lo que sucederá con la política local en la Comunidad Valenciana, en Murcia, en Castilla y León y Extremadura, lo que hay que analizar aquí es otra cuestión: cómo tomará el electorado opositor en toda España la decisión del partido de Santiago Abascal, que acaba de pegar el portazo y dejó al Partido Popular solo en las comunidades autónomas que cogobernaban.

A partir de hoy, Vox pasará a formar parte de la oposición, y los populares se encontrarán con opositores por izquierda y por derecha en todos estos distritos. Aunque tendrán el Ejecutivo para ellos, comenzará una etapa de mayor debilidad política para el PP, que aceptó brindar acogimiento y repartir por el territorio nacional a 347 jóvenes menores de edad que llegaron al país de forma irregular.

Para Vox esto se trató de un punto sin retorno. Desde el partido de Abascal consideraron que ya no hay prácticamente diferencias con la cuestión de la inmigración ilegal entre el PP y el PSOE, por lo que decidieron romper las coaliciones que ilusionaban al electorado opositor, esperanzado que se replique eventualmente en el ámbito nacional.

Alfonso Fernández Mañueco, presidente de los populares en la Junta de Castilla y León, cuestionó duramente a sus exaliados y aseguró que tienen una actitud “injustificada e incompresible”, que afectará la estabilidad política que supieron conseguir hasta este momento. El hombre del PP, que ahora tendrá que restructurar el Poder Ejecutivo, tenía como vicepresidente a Juan García-Gallardo desde hace dos años y medio. Ante la ruptura, Fernández Moreno lamentó que Vox priorizó su estrategia nacional, “ante los intereses de los castellanos y leoneses”.

Como era de esperar, la cuestión excedió rápidamente la política local de las comunidades autónomas y a las pocas horas el debate ya era de índole nacional. El vocero del PP, Borja Sémper, se manifestó en sintonía de sus correligionarios del interior del país y aseguró que Vox ha “buscado excusas” para romper las coaliciones por cuestiones de diferenciación y proyección política.

“Una de las decisiones más importantes de la vida política de Vox”
Mediante un breve video, el líder de la agrupación derechista confirmó la ruptura de las coaliciones y aseguró que se trata de “una de las decisiones más importantes de la vida política” de su partido. Abascal inauguró esta nueva etapa recrudeciendo sus críticas a Pedro Sánchez, al que acusó de liderar “un gobierno corrupto que vendió la soberanía de los españoles al mejor postor”. Pero también cuestionó duramente a Alberto Núñez Feijóo, al que acusó de pactar con el PSOE la distribución de los jóvenes migrantes ilegales por el país, a costa de la seguridad de los ciudadanos.

Aunque reconoció que las experiencias de cogobierno con el PP consiguieron importantes objetivos para los gobiernos autónomos en cuestión, el líder de Vox aseguró que ya no se pueden compartir coaliciones con los socios que avalan las políticas de “fronteras abiertas”. También consideró que nadie votó ni a su partido ni al popular para que avale o fomente estas iniciativas.

De esta manera, al pretender interpretar al votante desilusionado del PP, Abascal inicia esta nueva etapa de seducción para con los votantes de la centroderecha tradicional. Aunque los resultados recientes evidencian que a Vox le falta mucho para conseguir una eventual mayoría, evidentemente en el partido consideran que pueden reconfigurar los porcentuales del votante opositor, para negociar con el PP con otra relación de fuerzas.

Fuente: PanamPost