Elecciones europeas y el objetivo de “convertir a la izquierda en oposición”

“Que la izquierda se convierta en oposición también en Europa”, ese es el objetivo de Giorgia Meloni, la primer ministro de Italia, a través de las elecciones al Parlamento Europeo que se celebran del 6 al 9 de junio. La expectativa es que dicho bloque ideológico pase a segundo plano, para abrirle paso a una mayoría de fuerzas conservadoras y reformistas.

La institución parlamentaria —representante directa de los ciudadanos en la Unión Europea (UE)— cuenta con 720 escaños, los cuales se renuevan cada cinco años. Se asignan a cada país por medio del principio de representación proporcional. Es decir, dependiendo de la cantidad de habitantes por país será la repartición del número de diputados. De manera que Alemania con 96, Francia con 81 e Italia con 76 ocupan los tres primeros lugares de las naciones con mayor representación.

De ahí la importancia de las afinidades políticas de los representantes de cada país, los cuales se juntan por ideología y no por naciones. Es como si candidatos franceses unieran fuerzas con italianos bajo un mismo bloque. Eso es precisamente lo que pide Viktor Orbán, primer ministro húngaro, a Meloni, la primer ministra y líder de Hermanos de Italia; así como a Marine Le Pen, líder de Agrupación Nacional en Francia. Que ambas logren el “renacimiento de la derecha en Europa”.

Tres mujeres para guiar a Europa
No solo los nombres de Meloni y Le Pen suenan con fuerza en estas elecciones europeas. A ellas se suma Ursula von der Leyen, centrista y actual presidente de la Comisión Europea, el órgano ejecutivo que elabora propuestas de legislación y aplica las decisiones del Parlamento. Su aspiración es revalidar su cargo y puso sobre la mesa la posibilidad de tender puentes con la primer ministro italiana.

Por eso se habla tanto de ellas. Son liderazgos que proponen abordar temas como la inmigración irregular, el fin de políticas ambientales o que la UE deje de ser un “paraíso para los burócratas”. En el caso de Meloni, su jugada fue estratégica, se lanzó como candidata testimonial bajo el lema de campaña “Con Giorgia, Italia cambia Europa”, para captar votos y así conseguir la mayor cantidad de curules de los 76 que corresponden a la cuota italiana.

Si resulta electa, renunciará y le cederá el puesto al primer candidato de Hermanos de Italia no electo. Dato no menor, es que en este caso, la primer ministro también podrá medir su popularidad con esta especie de plebiscito a su mandato.

Siete grupos políticos en disputa
Hay siete coaliciones europeas en estas elecciones dependiendo de su afinidad política e ideológica. Por ejemplo, Reagrupamiento Nacional, el partido de Le Pen —al igual que el partido Chega, de Portugal— forman parte del grupo de derecha Identidad y Democracia (ID). Pero Hermanos de Italia, de Meloni —junto a Vox de España— integran el grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos (ERC Group). Por eso se plantea establecer alianzas.

Si hablamos de España, la centroderecha o derecha más blanda como el Partido Popular, se encuentra dentro del grupo del Partido Popular Europeo (PPE) mientras que el PSOE, que lidera el presidente socialista del Gobierno, Pedro Sánchez, se ubica en la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas en el Parlamento Europeo (S&D).

Los otros bloques son: Renew Europe Group, grupo de la Izquierda en el Parlamento Europeo (GUE/NGL) y los Verdes/Alianza Libre Europea (Greens/EFA). Todos dependerán de lo que diga el electorado, cuya edad para votar es a partir de los 16 años en Alemania, Bélgica, Malta y Austria; 17 años en Grecia y 18 para los demás países.

Fuente: PanamPost